Estimado director: El término que tuvo el permiso de Arturo Vidal fue lo que menos se esperaría de un seleccionado. Eso está sin discusión. Las ronchas que causarían para algunos la decisión de Sampaoli de no marginarlo de la selección, son parte del juego de tronos. Sin embargo, ante esta trifulca en el área chica de la selección, es justo valorar las palabras de Arturo Vidal, quien ante el peso de los hechos -el defraudar a su DT, a sus compañeros, a los hinchas del fútbol y a Chile- dice: "Estoy avergonzado, les fallé a todos..."
Sí, porque cuando estamos en medio de una profunda crisis de credibilidad institucional y personal, en donde a casi nadie se le cree, incluso a la Presidenta Bachelet, es justo valorar sus sentidas palabras al pedir perdón, en la forma y en el fondo. Esto porque cuando existen muchas personas también públicas que han defraudado a Chile y que hoy son investigadas por sendas fiscalías, vale la pena destacar que a Arturo Vidal lo eligió Sampaoli para la selección por sus dotes deportivos.
A los otros personajes públicos corruptos, cultores del nepotismo extremo, especuladores "todo terreno", directa e indirectamente los eligió la ciudadanía toda, por sus supuestos intereses de servicio público a todo evento.
Sin embargo, en absoluto han tenido la misma disposición ni agallas para asumir claramente sus culpas, más bien se han llenado de "verónicas" al mejor estilo torero.
Simplemente Arturo Vidal les mostró a los funcionarios públicos, políticos, familiares & asociados y otros, que bien vale ponerse rojo de una vez y no varias rosado.
Cuando el presente y el futuro de Chile están en juego, tal vez muchos digan que mezclar el fútbol con el enrarecido presente político institucional sea errado, sin embargo bastaría con recordar que cuando las instancias del deporte más lindo del mundo son vastamente utilizadas por personajes públicos, al mezclarse en ellas y con sus estrellas para mejorar sus imágenes personales y corporativas, definitivamente se rompe el muro que las separa y las hace muy atingentes.
Luis Enrique Soler Milla