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Alta demanda de picarones le da la bienvenida al invierno

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Si miramos el calendario, oficialmente el invierno empezó el 21 de junio pasado, pero parece que se vino antes al norte, con el frío que se siente por las tardes. Entonces, a la salida del trabajo o del colegio, ¿qué mejor que ir a la casita a comer unos ricos picarones con café?

La idea de un humeante plato de estos dulces pasados por chancaca es complemento perfecto para quedarse una tarde en casa acostadito, viendo alguna película. Es por eso que varios comerciantes del centro de Antofagasta ya comenzaron a poner en sus cartas la clásica porción de picarones.

Con 25 años a la cabeza de "La Yugoslava" en calle Matta frente al Mercado Central, Eva Segura hace la masa de picarones personalmente, "y yo diría que los hago y me quedan buenos", dice con modestia. Y al parecer le quedan bastante ricos, porque convidó un platito con cuatro de estas delicias. Bien ricos, oiga.

PROMOCIONES

En las afueras del local, un cartel le da la bienvenida a los visitantes, con la fotografía de unos picarones con tecito, promo que sale $2.350. "Nosotros podemos hacer novecientos picarones diarios, todo el año se hacen, pero en estos meses es el peak", explica doña Eva. Y su receta es tan cotizada, que también abastece a otros locales del centro y de la costanera de la ciudad (ver recuadro).

En "La Yugoslava", su dueña nos comenta que el plato de promoción viene con seis picarones pasados por chancaca, más un rico tecito para pasar estar tardes heladas que están bien complicadas. Así, todo el mundo pasa piola que estamos en pleno invierno.

Y ojo, que también hay otros lugares donde servirse este exquisito plato. En Facefood 4M (Baquedano 439, donde antes estaba el Deep Rock), usted puede pasar por un plato de picarones con tecito por dos mil pesos. Y si no le gustan los picarones, también hay una promoción similar que incluye las clásicas sopaipillas. J

Un cuarto de siglo tiene la receta de doña Eva Segura para hacer sus picarones en "La Yugoslava". Según nos cuenta, ella usa tres panes de chancaca por un kilo de azúcar, y le pone clavo de olor, canela y cascaritas de naranja a la cocción, a la que se agrega también unos litros de agua fría. "El azúcar se deja a punto de caramelo, y cuando suelte el hervor, se disuelve maicena, como tres cucharadas soperas", dice doña Eva. Y con respecto a la base de los picarones, le pone un kilo de zapallos cocidos en azúcar más un kilo de harina con polvos de hornear. "La masa se hace cuando el zapallo está tibio, porque así queda un puré

muy suave. No se revuelve ni se amasa, se tiene que unir".

Ignacio Araya