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Encuentro comercial y cultural sin fronteras en el hito tripartito

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Todos los domingos en medio del altiplano andino, chilenos, peruanos y bolivianos se olvidan por completo que existen fronteras que los separan y realizan la tradicional feria tripartita, en el hito ubicado a 14 kilómetros de la localidad de Visviri a una distancia de entre 5 y 7 horas desde Arica

Los chilenos llevan cueros y lana; mientras que en Bolivia y Perú, se puede encontrar frutas, verduras, abarrotes, cocinas, combustible, artículos de ferretería y ropa de abrigo. Es como el mall del altiplano, tiene de todo, desde fósforos hasta paneles solares y radios de auto.

comida para la semana

Julio es uno de los meses más helados en el altiplano. El frío a cualquiera congela las manos y a una altura de 3945 metros sobre el nivel del mar, se debe caminar lento y sin exaltarse porque la falta de oxígeno provoca malestar y agitación.

Pero para los habitantes de la zona, que han estado toda su vida aquí, eso no es nada. Los hombres con un chuyo (gorro de lana) y una buena chaqueta, combaten el frío, mientras que las mujeres con su sombrero y aguayo (pieza rectangular de lana de colores) se abrigan o cargan a sus bebés.

La feria se instala a eso de las 8 de la mañana todos los domingos sin excepción, en terreno de cada país, los cuales están a metros de distancia.

Pedro Tancara Chuquimia en 1991 fue presidente de la Asociación Gremial de Comerciantes Minoristas Feria Tripartito; es oriundo de la localidad de Chislluma, pero vive hace años en Visviri y hace más de 30 que participa en la feria.

A sus 74 años vende cueros y lanas en el lado tripartito chileno y con el dinero que consigue, compra fruta y verduras para tener en su hogar; "no se puede ir para Arica porque el pasaje es muy caro de ida y vuelta, entonces como es cerquita la feria, nosotros venimos para acá no más".

Pedro viene todos los domingos al tripartito y a veces cada 15 días. Hoy compró papa y zanahoria, "las frutas como la naranja y mandarina nos la prohibe el SAG, pero hay que comerlas acá no más en la comuna, no se pueden llevar para Arica".

Justina Flores tiene 58 años, se dedica a la artesanía en lana y vino en micro desde Humapalca. Anda apurada comprando porque llegó a las 10 y a las 12 el bus parte el recorrido por todas las estancias de la comuna de General Lagos, dejando a cada pasajero cerca de su hogar.

Justina siempre tiene una sonrisa. Cuando estaba en el lado de Bolivia, al ver que una turista preguntaba cómo se llamaba un tipo de papa (que parece zanahoria por su forma y se encuentra en color blanco y morado), ella con simpatía dijo "en aymara le decimos apiha".

Se trata de la papa oca, la cual se cultiva a 3 mil metros de altura y las caseras de Bolivia la traen en grandes sacos para comercializarlas en el tripartito, junto a la papa chuño; "esta se hace al horno y queda rica", dijo la vendedora a la turista.

"Tengo que llevar papa que me encargan. Ahora le llevo a una abuelita que viven en Pamputa. Ella encarga porque es mayor y yo además voy a visitarla. Cuando fui a verla el día miércoles me contó que se metieron a su casa y le abrieron un atún mientras ella estaba en el campo pastoreando", explicó Justina mientras recordaba todo los productos de la lista del domingo.

Martín Poma tiene 61 años, proviene de Nasahuento y viene al Tripartito a abastecerse para los próximos 15 días y explicó que antiguamente la feria tripartita se basaba en el trueque, pero actualmente todo se mueve con pesos, soles y bolivianos, donde el valor se transa uno a uno.

La economía mundial, la subida o bajada del dólar, o la inflación, tienen casi nula influencia en las transacciones del altiplano.

Venta de cueros y lanas

Desde Chujlluta, Domingo Flores de 57 años, toma el bus que cuesta $3.500 y lo traslada ida y vuelta desde su hogar al hito tripartito.

En el lado chileno donde está el hito tripartito en una base de cemento con las banderas pintadas de los tres países en su correspondiente espacio, con las manos en los bolsillos, mientras su esposa es más esquiva, Domingo explica que trae cueros y lanas para venderlos y con ello tener dinero para comprar mercadería; "están baratos, traemos un cuerito, dos o tres, también lana y compramos verduras para cocinar".

Desde los 15 años Domingo viene a la feria a realizar transacciones de manera individual, porque a pesar de tener padres se crió solo; "desde esa edad sé cómo andar y vender lanas, antes también se vendía carne, pero ahora pura lana y cuero. Después no sé qué harán con ellos, nosotros llegamos hasta acá no más".

Los compradores bolivianos que llegan al tripartito compran lana y cuero de llama, mientras que los compradores peruanos compran lo mismo, pero de alpaca. Así lo explicó Leandro, un comprador boliviano proveniente de Charaña, quien lleva dos años realizando transacciones en la feria.

"Nosotros llevamos cuero mojado, es decir recién faenado, mientras que los peruanos llevan bellones porque tienen una industria para hacer prendas artesanales con lana de alpaca, pero nosotros preferimos la llama porque en costo sale más barato", comentó mientras espera que lleguen más vendedores para subir cueros a su camión.

A pulso

Como todo es particular en esta feria, la forma de comprar y las medidas no escapan de ello. Más que kilos, se usa la libra y en vez de balanzas o modernas máquinas electrónicas, acá se usa un dinamómetro y se pesa a pulso.

Rosita no deja de vender papas; agachada va revisando las mejores y del saco de rafia las echa a bolsas plásticas ya que un chileno proveniente de Visviri le compró 11 kilos y ella los distribuye en dos bolsas para pesarlas. Esos 11 kilos costaron $3500.

Las manos de Rosita están blancas por todo el polvo que se le ha ido impregnando, pero a ella no le importa. Desde niña trabaja en esta feria, antes vendiendo abarrotes y ahora verduras. Su casa está en Ancomarca, Perú, y todos los domingos madruga a las 4 de la mañana para venir al tripartito por el lado peruano a vender sus productos.

La papa que trae proviene de Arequipa, es un largo viaje para llegar a los hogares de las familias del altiplano de la trifrontera.

"La feria significa un ingreso para mí, pero no es tanto. El resto de la semana hago artesanía tales como chompas y mantillas con lana", explicó la muchacha de 28 años quien al igual que la mayoría de esta zona tiene familia en los tres países; "la familia de mi madre es chilena y la de mi padre de Bolivia".

Si bien este es el único día de la semana donde se puede cruzar libremente por la trifrontera, siempre hay resguardo policial de las tres nacionalidades. Mientras las tres banderas flamean con el gélido viento del altiplano, los habitantes de la comuna de General Lagos, la primera de Chile, buscan los productos que necesitan para vivir durante la próxima semana o 15 días.

Mientras los vendedores comen charqui de alpaco con papa chuño o sopa de chairo, ofrecen sus productos agrícolas, ganaderos, de ferretería y abarrotes. Hasta ojotas, (zapatos elaborados con neumáticos), se pueden encontrar aquí. Incluso cocinillas a gas, ya que muchos chilenos optan por estas debido a que el gas que vende Bolivia es mucho más económico.

A eso de las 13 hrs., hora peruana, Rosita comienza a recoger su puesto y regresa a su casa en el bus de servicio hacia Ancomarca. Al volver llega a ver el ganado de su familia, "todo esto es zona ganadera, no hay otro ingreso". J