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El triunfal regreso del infaltable señor rumor

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El fin de semana pasado conocí a una cocodrila en la playa, súper en buena onda. Quedamos de salir a carretear y me preguntó dónde nos juntábamos. "No te preocupes, yo te paso a buscar en mi auto", le dije con aires de lagarto importante. Grave error. Yo la embarré con cachiporrearme tanto, porque jamás en mi vida he tenido un auto. Pero como la engrupida ya estaba hecha, le pedí a mi primo Caco que me prestara el suyo.

Todo salió excelente esa noche, pero ése no es el punto. La cosa es que pasaron los días, y anteayer el Caco me pidió el auto. Cuando lo puse a andar, no le quedaba una gota de bencina. "Filo", pensé, "le pongo cinco lucas el miércoles y era". El drama, es que mi amigo Gilmar llegó con un dato terrible: al amigo de un amigo suyo, primo de un tío que conoció a una señora en el almacén, hermana de un dirigente muy importante, le llegó un whatsapp que hablaba de un paro de los choferes distribuidores de combustibles, que dejaría al país sin una gota de bencina en cosa de horas.

"Es dato fijo", me confidenció Gilmar. "¿Pero por qué no lo dieron en las noticias o algo?", dije. "Es que tu sabes que los medios ocultan lo que realmente está pasando", dijo. Yo agarré papa, y, bueno, vuelto loco, corrí con lo que le quedaba de bencina a una estación de servicio, sino el Caco me mataba. Anochecía el martes y las colas eran eternas. Al conductor de adelante también le dieron el mismo dato, mientras que otro comentaba que había escuchado que había comenzado el desabastecimiento. La catarsis total.

Mientras esperaba en la fila, me llamó la atención que a todo el mundo les dieron el mismo dato fijo, pero nadie sabía por qué exactamente había un paro de camioneros. Recién ayer supimos todos que todo había partido de un tuit del periodista Felipe León, quien había escuchado en la radio al diputado Patricio Vallespín decir que desde la medianoche los camioneros iniciarían un paro que "afectará la distribución en todo el país". Ojo, que eso fue a las 19:39 del miércoles, y en un par de horas la falsa noticia se había propagado tanto, que en todo el país había filas de automóviles tratando de escapar de la dramática escasez de combustibles.

Al final, todo era nada. Parece ilógico, pero pareciera que la información oficial no tiene ningún valor frente al exclusivo dato de la vecina amiga de Fulano, prima de Zutano, quien es sobrina del coronel Mengano, quien aseguró ver con sus propios ojos cómo el… y así. De hecho, cuando se cortaron las comunicaciones con el resto del país durante las lluvias del 25 de marzo, el señor rumor se puso terno y corbata, y salió a la calle a golpear con sus datos exclusivos, ocultados siniestramente por los medios. El fantasma del desabastecimiento se escuchó varias veces por ahí, ¿recuerda?

TÓMENSELO EN SERIO

Poco después del terremoto del 1 de abril en Iquique, todo el mundo andaba preocupado por las calles por un audio en Whatsapp. "Escuchen, y tómenselo en serio", comenzaba. "Tengo una amiga que su papá es militar y hoy lo fueron a reclutar a su casa. El papá la llamó hace súper poco diciéndole que hicieron una mesa de diálogo con sismólogos y muchas personas y que llegaron a la conclusión de que el megasismo se viene para hoy día… Así que el papá la llamó para que ella le avise a todas las personas que pueda y que esas personas les avisen a todos los que puedan. Yo les aviso a ustedes que por lo mismo están cortando el agua y, que lo ideal es que esté toda la familia junta y en un lugar seguro…", decía.

¿Se acuerda qué pasó esa vez? Exacto: nada de nada. Nadie puede jugar con el sufrimiento ajeno, y precisamente los rumores logran eso.

¿La falta de confianza nos incita a creerle a un whatsapp sin fuente? El sociólogo César Trabucco cree que la gente tiende a confiar mucho en las redes sociales. "Entonces, como estos rumores circulan por las redes sociales agarran una velocidad que no conocíamos", explica. "Hoy en general hay desconfianza, se privilegia la información que circula en redes sociales, hay desconfianza por el clima político que estamos viviendo", dice.

-No culpa, pero han participado que de repente se restan a dar determinadas informaciones que sí circulan por las redes, entonces la gente terminó creyéndole más a las redes que a los oficiales.

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