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El oculto reino animal que esconde el Barrio Histórico

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Con la entrega de las obras de restauración del histórico muelle Melbourne & Clark de Antofagasta, son cientos los visitantes que llegan regularmente a tomar una panorámica bella de la capital regional, y, de paso, buscan aprender un poco de este pedazo de patrimonio local. Lo que muchos no saben eso sí, es que hace un mes arribó un nuevo visitante que terminó instalándose con camas y petacas en la parte inferior de la estructura, escondido para que nadie lo vea, pero nunca invisible al ojo de La Estrella.

Salimos el fin de semana a dar una vuelta en nuestra lancha a motor, junto a un experto en la materia, Carlos Guerra - ecólogo marino de la Universidad de Antofagasta y director del Centro Regional de Estudio y Educación Ambiental- quien nos explicó sobre la fascinante biodiversidad que se encuentra en la zona que compone el Terminal Pesquero, muelle histórico, Club de Yates y el borde costero de los hoteles Terrado y Antofagasta.

De acuerdo a sus palabras, todo ese lugar constituye por definición un "humedal", que da origen a un desconocido ecosistema que pareciera estar a la espera de que alguna autoridad la cuide y considere como se merece.

Aves

"Es maravilloso venir a observar los animales acá. Hay varios tipos de gaviotas, como la Dominicana y la de Cola Negra, también vienen los Pelícanos, Chorlitos, Piqueros, Huairavas y Gaviotines, como el Sudamericano y el Gaviotín Elegante que llega en el verano", menciona sobre algunas de las aves que se asientan en el mencionado firmamento.

Precisamente una de ellas es una especie muy rara para esta zona, la Garza Cuca -que se encuentra principalmente en el sur del país- pero que dijo presente hace cuatro meses con dos ejemplares. Una joven y una adulta. "Ellas vienen poco y generalmente a la Isla Santa María cada ciertos años, pero estas se han quedado mucho ya acá, así que significa que encontraron comida y tranquilidad, porque siempre se alejan de la gente", explica el científico.

"Son muy celosas, así que es una gran gracia que estén estas dos acá", comenta mientras observamos a su lado a los infames Yecos.

Sobre los conocidos patos comenta que aunque sean repudiados y amenazados por convivencia por los antofagastinos, este tipos de cormorán, hijos ilustres de la Perla, son bastante cordiales para recibir a nuevas aves amigas en su barrio.

"Viven acá en los muelles, ese es el hábitat que (a los Yecos) les gusta, pero como fueron sacando y sacando muelles, le han ido quitando a ellos su hogar (...) pero ellos han estado acá mucho antes del hombre, y con las garzas se llevan bien porque no compiten por la comida ni por el espacio donde nidifican".

Las Monjas

Continuamos con el recorrido acuático y nos aproximamos al monumento bicentenario. Ahí, como le contábamos en el inicio de esta nota, vive hace un mes el Gaviotín Monja.

De este particular pajarito gris oscuro, que tiene el pico colorado y una pluma de color blanca que recorre el ojo sobresaliendo a cada costado de su cabeza -justo sobre una mancha amarilla-, le podemos contar que regularme se afinca en los acantilados de La Portada, y ahora por primera vez decidió instalarse en la zona urbana. "Estos son los primeros habitantes naturales que tiene el muelle. Por eso a mí como biólogo me llama mucho la atención el tema", recalca.

Avanzamos tratando de no "acorbatarnos" (enredarnos) con las cuerdas que flotan desordenadas frente al Terminal Pesquero. En ese sitio los fierros del otrora desembarcadero ya empiezan a mostrarse blancos, amenazando con pasar a ser un muelle natural con los excrementos de los plumíferos.

En esas aguas hay harto pejerrey, lo que explica en parte el porqué se posan a esperar en las vigas de la estructura. "Se ve que están felices ellas. De seguro van a nidificar en el proceso reproductivo (desde agosto)", agrega Guerra.

La fiesta animal

En el verano deberían llegar más aves que nidifican en el hemisferio norte y que se vienen a pasar las vacaciones a la capital regional.

Uno de los que arribará próximamente es el Gaviotín Chico, el mismo que se encuentra en peligro de extensión y del cual aún se desconoce dónde va a pasar gran parte de su año.

La institución que tiene tuición sobre estas aves es el Servicio Agrícola y Ganadero, aunque también el Sernapesca dice presente en el humedal, especialmente por los Lobos Marinos, Pingüinos y Tortugas Marinas, entre otros animales.

Justamente uno de esos "otros" es una Nutria que si tiene suerte -como nosotros tuvimos en el recorrido- puede ir a fotografiar por las tardes. A ellos se suman algunos delfines que se dan una vueltita de cuando en vez.

El doctor y profesor finaliza su amable guía y asesoría a La Estrella, comentando que incluso llegan aves de Galápagos hasta el Barrio Histórico -principalmente por el Fenómeno del Niño- como el Piquero de Patas Azules. J