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Valentina le ganó a un tumor y ahora se va feliz a Disneyland

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Fonéticamente, el nombre Valentina se asemeja mucho a la palabra valiente. Y la antofagastina Valentina Lagos, de 14 años, es muy valiente. La misma valentía que durante los últimos años le hizo frente a un peligroso tumor, enfermedad que -por fin- ya no tiene. Tan bien está, que la próxima semana se va de viaje a Disneyland, en Estados Unidos.

La historia de la pequeña -que estudia en el Liceo Eben Ezer, en el sector norte de la ciudad- comienza hace cinco años. Fue un duro golpe para sus padres cuando el 27 de noviembre de 2010, los médicos diagnosticaron que Valentina tenía un médulo blastoma, tumor ubicado en la parte posterior del cerebelo, cuando ella tenía apenas nueve años. "Es difícil", cuenta su padre, Víctor Lagos. "Es una enfermedad física pero también social, porque afecta a la familia y el entorno", dice.

Apenas fue diagnosticada, comenzó la dura batalla por eliminar el maldito tumor. En el hospital regional de Antofagasta le retiraron el 95% del médulo blastoma, pero quedó un pequeño remanente. Cuenta el papá de Valentina que el proceso continuó en Santiago. "Se fue a radioterapia y a la quimio. Allá le hacen unos análisis, las placas de resonancia y la envían a neurocirugía para volver a operarse", comenta Víctor.

LOS DIFÍCILES DÍAS

Antes de tomar la decisión de hacer una segunda operación, la situación era muy tensa. Una intervención de ese tipo podía acarrear muchas secuelas, como por ejemplo, dejarla en silla de ruedas. Felizmente, nada de eso pasó. "En la primera operación quedó sin secuelas visibles, y en la segunda tampoco", dice el papá. En ese momento, el resto del tratamiento se hizo en Antofagasta, a cargo del doctor Benigno Montenegro.

Víctor comenta que la fe en Dios ayudó mucho en el difícil proceso. "Somos cristianos. En todo momento tuvimos la fe". Hoy, Valentina ya han pasado tres años sin tratamiento, salvo un seguimiento de rigor para terminar con las secuelas que le provocó el tumor. Fue en ese momento que logró el contacto con la Fundación Nuestros Hijos, que gracias a un convenio podrá mandar a la pequeña de paseo por la tierra de Mickey Mouse y el Pato Donald (ver recuadro).

La pequeña está contenta y ya está armando la maleta para viajar a los Estados Unidos. También está nerviosa, porque es la primera vez que volará en avión. Y cuando Valentina regrese a tocar tierra antofagastina, tendrá toda una vida por delante para cumplir los tantos sueños que tiene. "Ella quiere ser oncóloga", comenta su papá Victor. "O médico forense, por el CSI Miami", dice. J

Todos los años, la organización CANICA Guadalajara invita a un grupo de niños latinoamericanos para que paseen por Disney. Así, la Fundación Nuestros Hijos y Fundación Dulzura en el Alma hicieron una alianza para favorecer el viaje de los niños que están recuperados del cáncer. Luego, escogen a dos niños que mantuvieron las ganas de salir adelante de varios hospitales del país, y uno de ellos es la antofagastina Valentina Lagos.

Ignacio Araya Chanqueo

"Es una

enfermedad

física pero

también social"

Víctor Lagos,