La humildad que caracteriza a Alexis Sánchez lo hace aún más un crack mundial. Cada vez que puede agradece a los suyos, recuerda su querida Tocopilla o simplemente entrega un mensaje de aquellos que te dejan marcando ocupado.

Así es Alexis, el "Niño Maravilla" que esta vez quiso agradecer al personal que trabaja en Juan Pinto Durán, aquellas personas que no ganan millones de dólares y no son estrellas del fútbol mundial, pero que son igual de importantes para que la selección chilena sea hoy el campeón de América. Por eso el tocopillano agradeció a través de su cuenta de Instagram la labor anónima de estas personas.

"Ellos son las personas que también han sido parte muy importante de haber conseguido ganar la COPA AMÉRICA"... gracias nuevamente por cada día tenernos la ropa de entrenamiento y los campos de futbol de buena forma y el desayuno día a día... siempre con una buena voluntad y una cara feliz y eso se agradece muchísimo, gracias nuevamente. Y un pequeño presente de agradecimiento", fue el mensaje entregado por Alexis en su cuenta oficial de Instagram que tiene millones de seguidores en todo el mundo.

Apenas publicó la fotigrafía, recibió miles de "me gusta" y también cientos de mensajes alabando la humildad del jugador a pesar de ser un estrella mundial.

A su llegada a Chile, Alexis ya había dejado un mensaje para sus seguidores, retratando que no todo en la vida es fácil como se cree. "Nadie sabe el sacrificio que esto implica, detrás de un jugador de fútbol hay una juventud pérdida detrás de un sueño que aveces resulta difícil de alcanzar, hay momentos en familia, salidas con amigos que se deben perder todo por un sueño. Algunas veces las cosas no se dan y tienes el rechazo de toda una sociedad pero hay que levantar la cabeza y salir adelante. No es correr detrás de una pelota. Es un sueño que sigo manteniendo desde pequeño y que me hace súper feliz", dijo antes de emprender rumbo al país para integrarse al trabajo de la selección.

Ese es Alexis Sánchez, un jugador que hoy triunda en Inglaterra, es ídolo en el Arsenal, el mundo lo alaba y Chile lo ama, pero a pesar de todo eso, sigue siendo el mismo niño que un día corrió por las polvorientas calles de Tocopilla y le prometió a su madre que llegaría lejos para cumplir su sueño. J