Tenía un trabajo que a simple vista parecía honrado. Vendía especies usadas en la Feria de las Pulgas.
El problema era la forma en que conseguía los productos que luego ofertaba a sus clientes.
Todas las especies las había conseguido a mano de personas que robaban y luego reducían su botín entregándoselas a él.
El delito de receptación que venía cometiendo quedó al descubierto luego que una de las víctimas no solo lo denunciara, sino que además indicara el lugar donde acopiaba la mercadería.
Con esta información en su poder, personal de la PDI comenzó una investigación que permitió la rápida ubicación del sujeto involucrado en esta venta ilegal.
Así llegaron hasta una vivienda ubicada en la población Independencia, sector norte de la ciudad. En dicho sector ubicaron la vivienda en que residía y ocultaba los productos el imputado.
Los detalles del procedimiento los entregó el subcomisario de la PDI, Daniel Carreño.
"Recepcionamos la denuncia de una víctima que la habían sustraído algunas especies, las cuales se encontraban al interior de un domicilio. Nos dirigimos al lugar, entrevistamos al propietario, quien manifestó que una hidrolavadora que había comprado en la Feria de las Pulgas en Calama, estaba en venta y era de la víctima", explicó.
Una vez en lugar se entrevistaron con el imputado, quien permitió el ingreso de la policía.
"Nos encontramos con bicicletas, herramientas manuales, accesorios de vehículos, dando cuenta al Fiscal de turno, quien autorizó la incautación de todas las especies de las que no se entregó antecedentes de su procedencia", agregó Carreño.
En el procedimiento también descubrieron la forma en que operaba el detenido. "Se dedicaba a la reducción de especies. Las personas robaban las especies, se las vendían a él y las comercializaba en la Feria de las Pulgas Calama", remató el subcomisario.
Se recuperaron alrededor de 100 especies, avaluadas en un monto cercano a los 15 millones de pesos. J