Corderito loíno se cree humano
Desde Osorno arribó a Calama la abuelita de 80 años, María Sánchez Díaz, quien nunca pensó que después de tener 13 hijos, cuando llegó hace más de diez años a la capital minera iba a tener otro retoño más, pero de cuatro patas.
Éste es el corderito calameño llamado "Panchito", a quien se lo regalaron cuando éste tenía apenas dos días de vida y es que una jauría de perros se comió de forma salvaje a su mamá en el sector de las parcelas, por lo que tras tener una traumática experiencia este pobre animalito, tuvo la suerte de ser adoptado por esta abuelita.
"Cuando me lo dieron pensé cómo lo voy a criar, pero igual me lo traje a la casa, por lo que lo crié como un verdadero hijo. Por ello, para mí es peor que una guagua, ya que le doy hasta leche en mamadera, porque la primera vez que lo tuve le dio diarrea, así que le di agüita tibia para que se le pasara", declaró doña María.
De este modo, Panchito ya tiene tres meses, tiempo suficiente en que se comporta como un verdadero humano, ya que esta abuelita lo lleva a pasear hasta el Parque El Loa y ya no necesita ninguna correa por temor a que se le arranque, ya que le hace caso en todo.
"Hemos salido hasta el Parque El Loa, incluso estaba hasta el alcalde Esteban Velásquez. Ese día le puse correa, porque andaba harta gente, pero normalmente lo paseo sin arnés, ya que no se me arranca y anda pegado al lado mío", declaró doña María.
Asimismo, la gente le gusta sacarse fotos con el corderito, quien muy simpático posa como una verdadera estrella al lado de los niños, porque para nada es uraño y se da con todo el mundo.
"La gente le gusta fotografiarse con él, hasta los carabineros posan con él y algunas personas hasta me han ofrecido comprármelo", recalcó Sánchez.
Respecto a qué le gusta comer y tomar, manifestó doña María: "Más que nada cáscaras de manzana, de zanahoria y todo eso come, además de pasto, mientras que se toma dos mamaderas en la mañana como un verdadero bebé".
Más fiel que un perro
Hace unos días esta vecina tuvo una fuerte caída en la calle, por lo que fue derivada hasta el Hospital "Carlos Cisterna", Panchito la extrañó más que nunca los días que no estuvo en la casa.
"Me contaron que cuando llegué a la casa del hospital, me quedé dormida y Panchito me cuidó y durmió toda la noche al lado mío", enfatizó doña María.
Pero, Panchito no está solo y es que su dueña le compró una parejita llamada "Pancha", a quien eso sí acusó doña María que se la vendieron enfermita, y teme que le pase algo.
"Anda decaída, pero ojalá que se recupere, aunque por lo menos ahora está comiendo", dijo la pobladora.
Sus amigos
Panchito no solo convive con Panchita, sino que también con los pollitos, patitos, gansos, con los gatos y hasta con un perro cocker llamado Mauricio.
Por último, la vecina dijo que el corderito no se despega de ella, porque la ve como una verdadera mamá. J




