Pidió permiso para salir de casa, sin embargo no cumplió con los horarios que había establecido con su padre. Esto fue lo que provocó que se desatara un nuevo episodio de violencia intrafamiliar al interior de un domicilio calameño.

El hecho tiene como protagonista a un menor de 13 años, quien al llegar a su vivienda en Alejandro Ceruti, debió enfrentar a su padre.

Lo habían llamado en reiteradas oportunidades a su equipo celular para verificar por qué no llegaba al hogar, sin embargo el niño no respondió.

Cuando finalmente llegó a su hogar, se enfrentó con su padre con quien comenzó una discusión que fue subiendo de tono rápidamente.

El hombre estaba molesto y lo agredió. Le propinó golpes en distintas partes de su cuerpo, le dio patadas e incluso luego tomó un cinturón con el que siguió atacándolo.

El niño pudo huir y fue a buscar refugio a casa de su madre, donde le relató lo ocurrido a su progenitora.

Ambos concurrieron a pedir ayuda médica al Servicio de Urgencias del Hospital Carlos Cisternas, donde estableció que había sufrido lesiones de mediana gravedad tras la golpiza recibida.

Además se realizó la respectiva denuncia con personal de Carabineros, quienes se desplazaron a la vivienda en busca del agresor.

En el lugar encontraron al hombre de 57 años, a quienes detuvieron por las lesiones que le provocó a su hijo.

El menor fue derivado a su hogar, mientras que el padre quedó a la espera de enfrentar los cargos en su contra. J

Cumplía con su trabajo cuando se convirtió en una víctima de los delincuentes.

De un tiempo a esta parte tienen de casero a los repartidores, que se convierten en presa fácil para los ladrones.

Hace poco días un colega también fue víctima de un robo, donde por fortuna resultó sin lesiones.

Esta vez fue el turno de un hombre de 25 años que se dedica a le entrega de gas a domicilio.

Debía cumplir con el pedido realizada por un cliente y fue por esto que se desplazó en su vehículo al sector centro de la ciudad.

Fue puntualmente en la esquina de Vicuña Mackenna con Santa María, que al detener la marcha que interceptado por un trió de delincuentes.

Según la información que pudo aportar, los sujetos se acercaron y lo intimidaron, con lo que según su impresión era un arma de fuego.

Ante la inferioridad numérica y al verse intimidado con un arma, optó por acceder a cada una de las peticiones que realizaron sus agresores, quienes tenían un objetivo claro.

Sabían que a pesar que mucho de los pagos se realizan a través de tarjetas bancarias, también es importante la cantidad de dinero que muchas veces portan con ellos.

Conseguir un botín importante era el desafío de los antisociales, quienes le quitaron su equipo celular y su documentación personal, entre otras especies de valor.

A lo anterior se sumó la recaudación que mantenían hasta ese momento. Fueron más de 250 mil pesos en efectivo lo que consiguieron arrebatarle.

La víctima en algún minuto intentó oponer resistencia y forcejeó con los agresores, sin embargo nada funcionó y le robaron todo.

Una vez concretado el ilícito, los sujetos huyeron del lugar en dirección desconocida.

El afectado realizó la respectiva denuncia, aportando escasos antecedentes al personal de Carabineros, quienes sin embargo realizaron un patrullaje por el sector.

No se pudo conseguir la localización de los responsables, por lo que también fue imposible recuperar las especies y el dinero que le habían sustraído. No sufrió lesiones a pesar del enfrentamiento. J

Aún está en la memoria de quienes se dedican al reparto de productos la muerte de uno de los suyos.

Fue en febrero pasado que un hombre intentando repeler un nuevo asalto se enfrentó con los delincuentes, quienes lo atacaron con un arma de fuego. Una de las balas ingresó a su cuerpo y a pesar que sobrevivió, las lesiones que sufrió fueron de tal gravedad que con el correr de los días finalmente falleció.

Un riesgo latente para quienes cumplen estas funciones.

Redacción

Desconocidos ingresaron hasta una parcela en el sector poniente de la ciudad y sustrajeron diversas especies.

Fue la dueña de casa quien se percató del hecho, notificando a su hijo a fin de que coordinaran que hacer sobre el tema.

En ese momento comenzaron a revisar el lugar y se percataron que fueron varios los objetos que sustrajeron.

Madera, carretillas, herramientas de construcción e incluso varios tambores de agua, fueron partes del botín de los antisociales.

Lo que más llamó la atención, fue que entre las especies sutraidas se encontraban 64 árboles nativos.

Los delincuentes no discriminaron y huyeron del sector portando todo lo que encontraron valioso al interior del sitio.

Según los propietarios, el avalúo de lo que perdieron, bordea los 800 mil pesos.En el lugar no había cámara ni personas a cargo de la seguridad, por lo que no hay mayores antecedentes. J