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Perdió la vida donde estuvo los últimos 40 años

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Sus compañeros de trabajo aún están consternados por su partida inesperada. Hace 40 años compartían junto a él en la Gerencia Fundición de Codelco División Chuquicamata.

René Alberto Oyarce Dubó, falleció mientras se encontraba en las faenas cumpliendo como todos los días con sus deberes.

Inicialmente se afirmó que un problema cardiaco le quitó la vida en plena jornada laboral, siendo auxiliado por sus compañeros de forma infructuosa.

Aunque se presume muerte natural, en la división se activaron todos los protocolos tendiente a aclarar lo ocurrido.

El trabajador estuvo cuatro década vinculado a la cuprífera y era profundamente querido entre sus compañeros, con quienes compartía a diario. J

Pesar en la PDI Calama por muerte de colega

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Estuvo durante varios años siendo parte de la Brigada Antinarcóticos de Calama, lo que le permitió generar lazos con varios de sus colegas.

Por eso fue profundo el pesar que existió entre sus colegas en el cuartel de la ciudad, al enterarse que el inspector Jorge Alarcón había sido abatido por un delincuente al intentar repeler un asalto en el negocio de su padre. Hace 10 meses partió al sur del país para acompañar a su padre, a quien además ayudaba en la atención del local de su propiedad.

En el lugar estaba cuando llegaron delincuentes que intentaron robar, él quiso impedir el actuar y fue herido de muerte. Los antisociales fueron detenidos y deberán enfrentar a la justicia por la muerte del funcionario, quien sigue siendo recordado entre sus colegas en la ciudad de Calama. J

Trámite legal impide traslado de menores asesinados a Bolivia

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Su padre H.C (38) todavía no lograr enfrentar la realidad. La medicación ha sido la única alternativa para intentar salir adelante frente a la profunda desgracia que lo afecta. Lo repetía una y otra vez, no podía entender por qué su mujer, de iniciales T.C.B (38) se ensañó tanto con sus hijos. Por qué no subió antes a ver cómo estaban sus pequeños, quizás haber dormido junto a su esposa le hubiera permitido torcerle la mano al destino.

El padre del pequeño Iván de (5) y Yoselyn (3), no logra encontrar esa esquiva paz y tranquilidad, que le permita hallar ese lejano consuelo ante la abrupta y dolorosa partida de sus niños.

La mañana de lunes fue la más dura de todas. Debió enfrentarse con esa realidad que todavía no logra dimensionar, que se niega a asumir. Debía comenzar los trámites para retirar los cuerpos de sus pequeños desde el Servicio Médico Legal.

Pero no pudo concretar el proceso. Junto a su familia solo quieren comenzar el camino que los llevará a su natal Uyuni. Aunque sus hijos eran chilenos, su padre quería que descansaran en su patria, al igual que su esposa son oriundos de Bolivia.

Sin embargo, están a la espera de resolver temas familiares, entre ellos saber qué ocurrirá con la madre quien enfrentará mañana la formalización de cargos por el doble parricidio. Luego se espera que puedan llevar a los niños para puedan comenzar su viaje final a Bolivia.

No habrá despedidas ni ceremonias religiosas. Quieren comenzar rápidamente el periplo que los llevará al país altiplánico.

Las tías del jardín Llamito Blanco al que asistía el pequeños Iván, suspendieron la jornada de clases y llegaron al SML a acompañarlo. Fueron ellas quienes reconocieron que eran un niños feliz y que nunca hubo problemas que llamaran su atención.

Un drama que se vuelve más doloroso para su familia, con la espera que deben enfrentar. J