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"Me mataste en vida cuando me fuiste infiel con esa mujer"

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Entró con la mirada gacha. No se detuvo siquiera a observar quién de su familia la acompañaba en la sala de audiencia.

T.C.B, ciudadana boliviana de 38 años, debía enfrentar a la justicia por su responsabilidad en el brutal asesinato de sus dos pequeños hijos.

Su familia y amigos esperaron por largos minutos que fueran llamados para ingresar y escuchar el crudo relato de lo que ocurrió la madrugada del pasado sábado en la vivienda de Charles Brinckerhoff en la Villa Tucnar Huasi.

Un hecho que remeció a toda una comunidad, ante el impacto de la muerte de dos inocentes hermanos, quienes fueron las víctimas de la inexplicable decisión adoptada por quien les dio la vida.

malditos celos

Fue la fiscal Priscila Gunaris la encargada de presentar cargos contra la imputada. Debió relatar los más crudos pasajes de la muerte de los hermanos Iván (5) y Yocelyn (3).

Hace diez años, T.C.B llegó desde su natal Uyuni a buscar suerte en compañía de su marido, H.C.C.

Su esposo comenzó a conseguir buenas oportunidades de trabajo, que le fueron abriendo caminos en un país que no era el propio.

Con el correr de los años nacieron sus dos pequeños hijos, ambos chilenos. La felicidad a esa altura parecía ser completa.

Sin embargo, con el correr de los años comenzaron a aparecer las diferencias, que en el último tiempo se hicieron irreconciliables.

Pero fue la posibilidad de una supuesta infidelidad la que finalmente gatilló que la mujer comenzara a diseñar el más macabro de los planes.

la última discusión

Las discusiones entre ellos se hicieron cada vez más frecuentes y los motivos de éstas cada vez más inverosímiles.

La compra de útiles escolares fue el último episodio en que no estuvieron de acuerdo y por el que comenzó a escribirse el capítulo más oscuro de esta historia.

La mujer agredió a su pareja luego de esta pelea. Lo arrastró por las escaleras y luego le propinó golpes en distintas partes de su cuerpo.

Él constató lesiones en el Hospital Carlos Cisternas, sin embargo a fin de evitar un mal mayor no quiso seguir los consejos de Carabineros y se negó a denunciar lo ocurrido.

Volvió a casa y pernoctó en el primer piso. Al día siguiente se desató la peor tragedia de su vida.

En el segundo nivel sus hijos estaban sin vida. Su esposa los había degollado, luego de presumiblemente haberlos medicado.

En el sitio del suceso se encontraron restos de algunos fármacos, que no se descartan hayan sido administrados a los menores, lo que explicaría el por qué nadie escuchó nada.

También se encontró una piedra pomez, la que habitualmente es utilizada por varias personas para afilar los cuchillos.

Pero el hallazgo más decidor que pudo ubicar el personal especializado del Labocar de Antofagasta fue un cuaderno con varios escritos realizados por la imputada.

En una de sus páginas se leía de manera textual "me mataste en vida el día que te metiste con esa mujer de 52 años". La fecha, 13 de octubre, 11 días antes de que decidiera matar a sus niños.

En otra de las páginas escribió "tú tienes la culpa, ahora ellos están conmigo", lo que no se descarta dé cuenta de sus intenciones de terminar con la vida de sus hijos y luego con la propia.

Una vez que ingresó a la sala se pudo observar cómo en su cuello aún mantenía parches tras las lesiones que se auto provocó y que la dejaron con heridas menores.

Evidencias que dejan en claro que el móvil pudo ser un cuadro de celopatía desatado por una presunta infidelidad.

La defensa esgrimió durante la audiencia que pudo ser precisamente este hecho el que desequilibró emocionalmente a la imputada, llevándola a cometer este crimen.

Una mujer dedicada a sus labores como dueña de casa, con baja escolaridad y que veía en la relación con su marido la proyección de su vida.

El tribunal decidió establecer 100 días para realizar la investigación del caso. Además se decretó la medida cautelar de prisión preventiva.

Su madre observó cada instante del proceso judicial en silencio. Desde un rincón de la sala escuchó los detalles del parricidio que cometió su hija.

Al salir nadie quiso entregar alguna versión por parte de la familia. Sus rostros evidenciaban el dolor que les provocó escuchar cada palabra de lo ocurrido.

La mujer será recluida bajo medidas de seguridad para evitar agresiones del resto de la población penal. Mientras que los menores siguen sin ser retirados para ser trasladados hasta Bolivia. J

El Servicio Nacional de Menores se hizo parte de las acciones legales en contra de quien resulte responsable de este doble parricidio. La abogada del organismo gubernamental, Marcela Briones, explicó que se está solicitando la pena máxima que es presidio perpetuo calificado. Además realizaron un llamado a la comunidad a denunciar cualquier hecho en que estén involucrados niños.

Redacción