No consiguieron un botín de forma inmediata, sino que lo construyeron poco a poco. Un verdadero robo hormiga.
Es lo que vivió el propietario de una lavandería que presta servicios a la industria minera y que durante los últimos tres meses había comenzado a registrar una merma en sus productos.
La desaparición de algunos artículos se fue convirtiendo en una constante, sabía que algo no estaba funcionado del todo bien.
Cuando el robo alcanzó grandes sumas de dinero, optó por realizar la respectiva denuncia en la unidad policial. Dio cuenta de la sustracción de 109 cobertores, ocho frazadas, 22 juegos de sábanas, además de otros artículos de cama.
Entre la descripción que entregó al momento de informar lo que estaba ocurriendo, explicó que todos tenían el logo de la empresa y estaban sellado en bolsas, forma en que podían ser identificadas las especies robadas.
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Cuando pensó que debía dar todo por perdido, un amigo lo alertó que su mercadería era ofrecida a través de una Feria de las Pulgas Online.
Verificó los antecedentes que había recibido y pudo constatar que efectivamente todos se eran artículos de su propiedad y que le habían robado.
Comunicó estos nuevos hechos a personal de Carabineros, con quienes coordinó la estrategia para llegar hasta quienes vendían las especies.
Llegaron hasta un inmueble ubicado en calle Prat, donde contactaron a un sujeto que admitió ser quien ofrecía la ropa de cama.
Ingresaron al recinto y el dueño de la empresa constató que todas las bolsas estaban selladas y tenían el nombre de su lavandería.
Se detuvo al sujeto, quien dijo que si bien las vendía, eran propiedad de otra persona.
Era un hombre de 51 años, que afirmó haber comprado todo el lote en 250 mil pesos para luego ofrecerlo a la venta.
Al no poder respaldar esta supuesta transacción con documentos, ambos fueron aprehendidos por el delito de receptación.
El robo fue millonario, sin embargo el afectado solo pudo recuperar un porcentaje menor de todo lo robado. J
Es importante que quienes compren a través de sitios web, se aseguren que no están comprando productos que son resultados de robos. En caso de adquirir este tipo de artículos y a pesar de no tener conocimiento de su irregular procedencia, pueden convertirse en delincuentes y ser detenidos por el delito de receptación. Es importante no caer en tentación por buenos precios y siempre exigir a quien está publicando una tentadora oferta, que entregue algún respaldo que confirme que efectivamente lo exhibido es de su propiedad.
Redacción