Redacción - La Estrella

Corría el minuto 40 del primer tiempo cuando Alexis Sánchez se vio involucrado en una jugada que pudo terminar con el tocopillano lesionado, pero que afortunadamente, solo quedará en las anécdotas del fútbol inglés.

Alexis protegía un balón muy cerca de la línea lateral, cuando de pronto el inglés Ryan Bennet del Norwich City lo empujó cuando ya la pelota estaba fuera de la cancha. Pero el empellón mala leche terminó con el tocopillano en un foso tras chocar con un camarógrafo.

El empujón pudo tener peores consecuencias porque el foso estaba protegido con planchas metálicas y Alexis terminó golpeando además la publicidad estática del estadio.

El tocopillano desató toda su ira con Bennet que le pidió disculpas, aunque el inglés pudo evitar el empujón porque el balón ya no estaba en disputa.

UNA MALA NOCHE

Antes de que ocurriera este hecho, Alexis estaba haciendo un muy buen partido. Había dado la asistencia para el gol de Mesut Ozil en la primera etapa, pero cuando corría el minuto 60 se encendieron las alarmas en el Arsenal. El tocopillano se tomó la parte trasera del muslo derecho y se tiró al piso.

El delantero no podía seguir jugando, por lo que debió ser sustituido, despertando la preocupación en el elenco londinense.

Pero lo de Sánchez no es nuevo, ya que el tocopillano había llegado con algunas molestias al compromiso con el Norwich por lo que el recrudecimiento de una lesión era un riesgo para el nacional.

Incluso, sus dolencias estaban en conocimiento del técnico del Arsenal, Arsene Wenger, pero el propio estratega había preferido esperarlo para poder contar con una de sus máximas figuras. "Tal vez no es el momento adecuado para darle descanso", dijo el estratega en aquella oportunidad.

Ahora, el tocopillano tendrá que ser sometido a evaluaciones para ver si puede llegar al vital compromiso que tendrá que enfrentar el Arsenal en Grecia, ante el Olympiacos, donde se jugará sus últimas opciones para seguir avanzando en la Champions League.

Además, con el 1-1 del Arsenal frente al Norwich, el cuadro londinense desaprovechó la oportunidad de alcanzar al Manchester City en la cima de la Premier League, y sólo queda en el cuarto lugar con 27 unidades, dos menos que el cuadro de Manuel Pellegrini.

Andy Murray se convirtió de nuevo en el héroe de Gran Bretaña al ganar el punto definitivo de la final de Copa Davis tras superar David Goffin, por 6-3, 7-5 y 6-3, y marcar el 3-1 que concede a Gran Bretaña el décimo título de esta competición, que se disputó en el Flanders Expo de Gante.

El primer británico que en 2013 logró el título de Wimbledon después de Fred Perry, cortando una sequía de 77 años para este país, sumó el tercer punto, en el duelo crucial entre los dos números uno de cada formación, para hacerse con la Ensaladera después de 79 años (1936), acabando el encuentro con un sensacional globo en el último punto y rondando por la pista después, conmocionado por el triunfo.

Murray disputó los tres partidos, dejando en el camino un solo set, en el encuentro de dobles del sábado junto con su hermano Jamie para ganar a Steve Darcis y a Goffin en cuatro. El viernes también había ganado a Ruben Bemelmans en tres mangas.

El estadounidense Pete Sampras, en el duelo contra Rusia de 1995 disputada en Moscú, había sido el último jugador en ganar tres puntos en una final de Copa Davis.

El alemán Nico Rosberg (Mercedes) ganó el Gran Premio de Abu Dabi, el último del Mundial de Fórmula Uno 2015, que desde hacía tres carreras ya se había adjudicado matemáticamente su compañero inglés Lewis Hamilton, segundo en el circuito de Yas Marina.

Rosberg, de nuevo subcampeón, logró su sexta victoria del año en una carrera en la que el finlandés Kimi Raikkonen (Ferrari) fue tercero y capturó el cuarto puesto final en el campeonato, por detrás de su compañero de equipo alemán Sebastian Vettel -tercero, de forma matemática, antes de la salida-, que acabó en cuarta posición.

Hamilton logró su tercer título -al revalidar el del año pasado y después del de 2008, con McLaren- con un total de 381 puntos, 59 más que Rosberg y con 103 más que Vettel.

Mercedes, que ya había revalidado el título de constructores de forma matemática en el pasado Gran Premio de Rusia, cerró su segundo año triunfal con dos nuevos récords, al firmar el duodécimo "doblete" del año y alcanzar un total de 703 puntos en la clasificación por equipos.