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El mundo naturista de Nelson Iribarren, el profe de la tele

Con su microespacio en el matinal de Antofagasta Televisión, el ingeniero en alimentos Nelson Iribarren está preocupado por la alimentación de las personas. Acá, nos habla sobre la vida moderna y la vital importancia del magnesio.
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Ignacio Araya C.

Quedan minutos para las nueve de la mañana y Nelson Iribarren Álvarez, profesión ingeniero en alimentos, sube apurado las escaleras de Condell 2284 que lo llevan al estudio donde se hace "El Matinal" de Antofagasta Televisión. Está próximo a salir en pantalla. Trae puesta una camisa celeste y corbata roja, completando el vestuario con una bata blanca para exponer sobre los beneficios del colágeno. Cuando termina la pausa comercial desde el switch ponen "La Batidora" y el profe, junto a los animadores, se anima a participar bailando.

A sus 73 años, el profe Nelson es una eminencia en el tema de los alimentos. Se tituló primero como Técnico Industrial en Alimentos en la entonces Universidad de Chile sede Antofagasta (1967), y luego completó su ingeniería en La Serena, en 1998. Ya está jubilado, pero sigue empeñado en dar a conocer al mundo que el cuerpo tiene sus mecanismos de autosanación. Por eso está ahora en este set de televisión, explicándole a la gente cómo comer mejor.

-El organismo es tan inteligente- dice el profe- que es autosuficiente para superar las enfermedades y resolverlas. Un tumor, por ejemplo, es cuando el organismo aísla el problema y evita que se distribuya al resto del cuerpo. Cuando existe fiebre, el organismo se defiende tirando más sangre.

Sin embargo, el cuerpo tampoco puede aguantar tanto embate de la vida moderna. La contaminación, la mala alimentación, el ruido... Todo se va sumando para desgastarnos. Esos son los antígenos, explica el ingeniero en alimentos. Don Nelson cuenta que el cuerpo empieza a defenderse, y existe una molécula clave: el glutatión.

-Ese es un antioxidante y antídoto contra los antígenos. Al niño lo defiende de las enfermedades como hasta los diez años, y después comienza a disminuirse. Cual es la idea, que la persona cuando es adulto, hay que darle la materia prima para que el organismo genere glutatión. Y eso se genera con un aminoácido que se llama cisteína.

La cisteína es un aminoácido que puede ser sintetizado por el cuerpo humano. Según el profe Iribarren, debe estar dentro de la alimentación cuando uno consume leche, huevo y chía. El problema, es que se muere con la temperatura, dice.

-Si se come el huevo cocido, muere. En Chile no se puede tomar leche al pie de la vaca, porque debe ser pasteurizada. Pero la chía usted la puede consumir, y el organismo va fabricando sus propios medicamentos. Es como que usted le da la materia prima, y el organismo la fabrica.

El dios magnesio

El ingeniero se pone serio al hablar de la leche. Toda nuestra infancia nos inculcaron que había que tomarla para tener huesos sanos y crecer mucho, por eso estuvo presente en miles de desayunos y onces al regreso del colegio.

-Hay un malentendido en esto que hay que consumir calcio.

-¿Cómo es eso, profesor?

-Es que hay exceso de calcio. Hace 7.500 años atrás existió una relación de calcio y magnesio de 1 es a 1. Hoy es 20 a 1, entonces tenemos tanto calcio que ahora da problemas. Si se acumula en las arterias, produce arterioesclerosis. En los huesos produce artritis.

El profesor pone el llamado de atención. Dice que la forma de controlar el problema del calcio es a través del magnesio. Él es un seguidor del doctor Ludwig Johnson, cirujano de la Universidad Central de Venezuela quien escribe un blog en internet donde habla de los beneficios del magnesio. "Dios es de magnesio", se titula uno de sus artículos. (Sus libros se pueden conseguir en Amazon.com).

-Para mí, es un sabio- dice el profesor Iribarren.

El académico menciona que es tan importante el tema del magnesio, que hay que darle prioridad diaria. Él mismo se la da, y dice que lo consume porque o si no, empiezan a darle calambres o dolor en las rodillas. En Antofagasta, hay un par de farmacias donde conseguir un sobrecito.

Según la preparación que don Nelson publica en su facebook ("Naturismo del profesor Nelson Iribarren"), hay que echar 30 gramos de cloruro de magnesio en un litro de agua hervida y fría. De ahí, al refrigerador. La dosis es de solamente 30 ml al día.

-Todo esto nació de un cura que estaba prácticamente postrado en cama, y otro curita le dio cloruro de magnesio. A los diez meses ya estaba caminando como si no hubiera pasado nada en su vida, dice.

¿Por qué el magnesio era la solución de tantos problemas y la gran mayoría de las personas no lo sabía? La pregunta salta a la vista cuando el profesor habla de sus beneficios. Dice que el exceso de calcio es el problema de la era.

-No estoy en contra de la alimentación moderna, pero nos genera una serie de problemas. Hay una tribu de África que consume todo integral, todo natural. No hay ninguna persona que se haya enfermado de cáncer. ¿Y dónde está el magnesio y la fibra? En la cáscara.

-O sea, ¿qué tenemos que comernos las cosas con cáscara?

-Claro, todo integral. El arroz integral, el maíz integral, el trigo integral. La fruta con cáscara también, la linaza es importante, tiene un efecto extraordinario, especialmente quienes tenemos problemas a la próstata.

El profesor destaca el tema de la próstata. Le pide a la gente que por favor no se operen de la próstata, "y menos se dejen hurguetear". Hay un médico americano que pide que no lo hagan, menciona Iribarren.

A pesar de ya estar jubilado, don Nelson Iribarren dice que todos los días se dedica a estudiar e investigar sobre la alimentación. Le apasiona, y por eso ahora está con su microespacio en Antofagasta Televisión tratando que la gente coma mejor. Y no sólo eso, porque está dedicado también a la tecnología de las cecinas. Su currículum lo destaca como inventor de una tecnología de fabricación de cecinas chilenas a base de pescado. Puede tener sabor a la de vacuno, cerdo y ave, pero hecho a puro pescado.

Además, el profesor tiene otro sueño. Hace un tiempo comenzó a trabajar un gran proyecto dedicado al procesamiento de la carne de conejo en la provincia de El Loa, tan innovador que pretende retomarlo, para que Calama sea reconocida como la ciudad del conejo. "Que sea un producto renovable, no como el cobre o el salitre en la historia de Chile. El conejo es una línea fuerte", dice.