Los controles preventivos realizados en la carretera y terminales de buses, siguen arrojando positivos resultados para el personal del OS-7 de Carabineros.

En esta oportunidad dos procedimientos permitieron la recuperación de una importante cantidad de droga.

La primera incautación se registró cuando una patrulla de agentes antidrogas apoyados con el can "Moro", fiscalizó un bus interprovincial en la ruta Calama-Antofagasta, procediendo a revisar el compartimento de equipaje de la máquina, donde el perro antidrogas marcó dos maletas las que al ser abiertas, dejaron en evidencia la presencia de 32 paquetes rectangulares contenedores de marihuana del tipo prensada con un peso total de 28 kilos 985 gramos. Las pesquisas lograron establecer a los propietarios de las maletas, dos sujetos de nacionalidad boliviana de 31 y 20 años.

Más tarde en dependencias del terminal de buses ubicado en calle Balmaceda en Calama, el conductor y auxiliar de otro bus interurbano, alertaron a Carabineros de la presencia de una maleta abandonada, la que en su interior se podía observar paquetes rectangulares que podían contener droga. Los efectivos revisaron el equipaje y realizar las pruebas químicas pertinentes establecieron que los 14 "ladrillos" que tenía en su interior la maleta contenían marihuana del tipo prensada con un peso de 11 kilos 560 gramos.

La droga fue puesta a disposición de la fiscalía y los detenidos de nacionalidad boliviana fueron formalizados.

Dos viviendas ubicadas en Avenida Grecia con Cobija fueron completamente consumidas por el fuego. La emergencia se registró durante la madrugada del lunes y al lugar debió concurrir personal de Bomberos para controlar el siniestro.

La rápida acción de los voluntarios permitió que el fuego no se extendiera al resto de las viviendas colindantes. Además se evitó que sus moradores resultaran lesionados.

En el lugar trabajó personal de Bomberos a fin de recabar información que permita establecer cuáles fueron las causas que originaron el siniestro.

Dos familias damnificadas fue el resultado de la destrucción casi en su totalidad de estas dos casas de la Villa Ascotán.

Lo que vivió una mujer de 50 años, cuando cumplía con sus responsabilidad labores, difícilmente lo podrá olvidar.

Fue víctima de un robo, pero no cualquiera, sino que uno donde quedó en evidencia la extrema violencia con que actuaron los antisociales.

Cumple funciones como recepcionista en una residencial de la ciudad, donde debe atender a cada uno de los pasajeros interesados en alojar en el lugar.

Cuando tocaron el timbre no lo dudó y salió a atender. Pero en vez de alojados se encontró con un trío de delincuentes.

Desde un comienzo supo que se trataba de algo nada bueno. Uno de ellos sacó lo que la afectada describió como un arma de fuego.

Pero no fue lo único con lo que fue reducida por los delincuentes. El segundo portaba un machete y el tercero un soplete.

El último fue el que evidenció mayor agresividad, puesto que amenazó a la víctima con quemarla en caso de no acatar las instrucciones entregadas por el trío de delincuentes.

Estaba sola, no tenía a quién pedir ayuda y ante la superioridad numérica de los delincuentes, poco y nada podía hacer más que acatar las instrucciones.

Se tomaron todo el tiempo del mundo para encontrar especies de valor de fácil reducción.

Computadores portátiles, celulares, alisadores de pelo y alrededor de 200 mil pesos en efectivo fue parte de su botín.

Cuando concretaron su objetivo, decidieron huir del lugar en dirección desconocida.

En cuanto recuperó la tranquilidad perdida, la mujer denunció el hecho ante personal de Carabineros.

Aportó algunos antecedentes sobre los responsables, características que buscaban dar con su paradero.

Los efectivos realizaron un patrullaje por el sector, sin embargo fue imposible dar con su ubicación.

Será fundamental conocer qué medidas de seguridad mantenía el edificio de alojamiento, entre ellas alguna cámara que registrara el incidente.

Redacción

cronica@estrellaloa.cl

Por causas que son materia de investigación, dos camiones y una camioneta colisionaron en la ruta que conecta Calama con el poblado de Sierra Gorda.

La emergencia registrada pasadas las 17:00 horas de ayer, dejó como saldo a tres personas lesionadas. Todas con heridas de carácter leve y derivas al Hospital Carlos Cisternas.

Tras el impacto ambas máquinas y el vehículo menor fueron consumidos por el fuego. El rápido actuar de testigos permitió rescatar a los conductores de ambos móviles antes que el fuego destruyera todo.