Escogieron el horario del almuerzo para compartir con un amigo. La idea era pasar una tarde amena, sin embargo con el correr del día la cosa se tornó un poco tensa.

Un hombre de 35 años denunció al comensal con quien consumía alcohol, de haberlo agredido con un arma cortante tipo cuchillo.

Estaban en su hogar ubicado en calle Brasilia, sector poniente de la ciudad, cuando el supuesto responsable comenzó a agredirlo.

No pudieron resolver sus diferencias y el enfrentamiento fue subiendo de tono. Finalmente el agresor tomó un cuchillo y le propinó cortes en distintas partes del cuerpo, para luego escapar. La víctima fue atendida en el hospital local, donde se estableció que sus heridas eran menos graves.

Redacción

Cumplía funciones como guardia de seguridad en un edificio de tiendas y oficinas durante la madrugada, cuando comenzó a escuchar ruidos que le provocaron algunas sospechas.

Fue a verificar y al acercarse se pudo percatar que eran cinco delincuentes que conversaban entre ellos.

Intentó pasar desapercibido para denunciar y pedir apoyo, sin embargo fue descubierto.

Uno de los antisociales extrajo de entre sus ropas un arma que parecía ser de fuego y lo intimidó.

Lo obligaron a guardar silencio, mientras ellos concretaban sus planes al robar el lugar.

Se dieron el tiempo de recaudar un importante botín entre dinero en efectivo y especies de fácil reducción y luego se dieron a la fuga.

Fundamental resultó que el hombre recordara las características del vehículo en que huyeron, puesto que facilitó la labor policial.

Pero los antisociales antes de escapar no se percataron que en un momento de descuido el guardia había conseguido contactarse con su jefe, a quien informó lo que estaba ocurriendo.

Cuando habían concretado el atraco y huían, Carabineros llegó al lugar y los ubicó cuando iniciaban su huida.

Fue en se momento que se inició una persecución que terminó en calle Frutillar.

Se pudo además verificar que el móvil que utilizaban mantenía encargo vigente por robo.

Los uniformados procedieron a la detención de los cuatro sujetos, entre ellos dos menos de 15 y 16 años de edad.

En el poder del grupo se encontró un arma de fantasía, que había sido descrita por la víctima, además de las especies que habían robado.

También se pudo confirmar que todos los imputados contaban con un nutrido prontuario policial.

Por orden del fiscal de turno se dispuso que en el lugar trabajara personal de la Sección de Investigación Policial, SIP.

5 ladrones, integraban el grupo que fue detenido por personal de Carabineros.

150 mil pesos, en efectivo y especies fue el botín que consiguieron los delincuentes.

Hechos que se registraron a plena luz del día y en la vía pública. La víctima en esta oportunidad fue un hombre de 30 años, quien afirmó haber sido intimidado con un arma de fuego.

El afectado, que se desempeña como repartidor de productos, fue interceptado por tres antisociales cuando transitaba por el sector poniente de la ciudad, específicamente por calle Berlín.

En dicha intersección los sujetos lo apuntaron con lo que él describe como un arma de fuego y le dijeron que no intentara oponer resistencia.

Consciente que su vida podía estar en riesgo, optó por hacer caso en cada una de las cosas que le solicitaban los ladrones.

Le exigieron hacer entrega de la recaudación de la jornada, haciéndole entrega de cerca de un millón y medio de pesos.

Una vez concretado el atraco y con el millonario botín en su poder, huyeron del lugar en dirección desconocida.

La víctima se comunicó con personal de Carabineros, a quienes aportó los antecedentes del robo. Su compañero de labores presenció lo ocurrido y aportó mayores antecedentes sobre el asalto.

3 delincuentes, fueron quienes lo abordaron para sustraerle la recaudación del día.

En la frontera fue entregado un grupo de 13 ciudadanos extranjeros que debían ser expulsados del territorio nacional.

El trámite fue realizado por personal de Extranjería de la PDI, quienes cumplieron lo dispuesto por el Juzgado de Garantía de Calama.

Todos estaban involucrados el delito por tráfico de droga y la justicia estableció que debían abandonar el país a la brevedad, lo que se cumplió en las últimas horas.

Se trata de una de las tantas labores que cumple el personal de la repartición, que está encargado de entregar a las autoridades de los países respectivos a los expulsados.

En esta oportunidad se trato de ocho hombres y cinco mujeres, todos de nacionalidad boliviana, quienes fueron llevados hasta la frontera, donde se concluye el proceso.