Redacción
Cumplía funciones como guardia de seguridad en un edificio de tiendas y oficinas durante la madrugada, cuando comenzó a escuchar ruidos que le provocaron algunas sospechas.
Fue a verificar y al acercarse se pudo percatar que eran cinco delincuentes que conversaban entre ellos.
Intentó pasar desapercibido para denunciar y pedir apoyo, sin embargo fue descubierto.
Uno de los antisociales extrajo de entre sus ropas un arma que parecía ser de fuego y lo intimidó.
Lo obligaron a guardar silencio, mientras ellos concretaban sus planes al robar el lugar.
Se dieron el tiempo de recaudar un importante botín entre dinero en efectivo y especies de fácil reducción y luego se dieron a la fuga.
Fundamental resultó que el hombre recordara las características del vehículo en que huyeron, puesto que facilitó la labor policial.
Pero los antisociales antes de escapar no se percataron que en un momento de descuido el guardia había conseguido contactarse con su jefe, a quien informó lo que estaba ocurriendo.
Cuando habían concretado el atraco y huían, Carabineros llegó al lugar y los ubicó cuando iniciaban su huida.
Fue en se momento que se inició una persecución que terminó en calle Frutillar.
Se pudo además verificar que el móvil que utilizaban mantenía encargo vigente por robo.
Los uniformados procedieron a la detención de los cuatro sujetos, entre ellos dos menos de 15 y 16 años de edad.
En el poder del grupo se encontró un arma de fantasía, que había sido descrita por la víctima, además de las especies que habían robado.
También se pudo confirmar que todos los imputados contaban con un nutrido prontuario policial.
Por orden del fiscal de turno se dispuso que en el lugar trabajara personal de la Sección de Investigación Policial, SIP.
5 ladrones, integraban el grupo que fue detenido por personal de Carabineros.
150 mil pesos, en efectivo y especies fue el botín que consiguieron los delincuentes.