Redacción

Corría el año 1999 y Copiapó estaba expectante por la exhibición de una película que daba que hablar: El episodio I de Star Wars. Los afiches daban cuenta de un filme revolucionario, por lo que miles de copiapinos irían al cine Alhambra.

Yazmín Gallo (que tiene lazo sanguíneo con Pedro Gallo, según cuenta) y su marido Julián fueron parte de ese grupo. Tal como muchos, la producción los llevó un mundo mágico, por lo que en ese momento tomaron una decisión: su futuro hijo se llamaría Anakin.

Habían pensado en Obi Wan u Obiwan, pero tal como sugirió Julián, Anakin sonaba mejor con los dos apellidos. El asunto estaba resuelto: Anakin Pérez Gallo sería aquel pequeño, que los haría sonreír día a día y que no pasaría inadvertido. Incluso podría ser el primer Anakin chileno.

Durante nueve meses la pareja no quiso revelar su idea. Ellos, evangélicos, temían alguna reacción, pero los esfuerzos por no filtrar el nombre fueron en vano, luego que una persona vinculada a esta religión advirtió que Anakin no era adecuado. Luego la familia llegó al Registro Civil, donde la persona a cargo se negó a ponerle el nombre.

Una conversación, terminó con una decisión: Anakin pasaría a llamarse Andrés Anakin. Sin embargo, para la pareja sería su Anakin.

En Taltal el pequeño adquirió tal popularidad que los medios de comunicación contaron su historia. Este Diario publicó hace tres años las peripecias del niño. "¿Y Taltal es como el planeta Tatooine?", le preguntaron a Yazmín. "Tiene desierto y hay personajes raros. Es el planeta de Anakin", respondía la mujer.

El drama de Anakin

Ya estrenado el episodio VII de esta saga en los cines a nivel mundial. En ésta no aparece Anakin, pero sí personajes insignes como Han Solo y Leia que sortearán varios problemas en su aventura.

En el mundo terrenal el Anakin nortino también tiene sus dramas. Su madre cuenta que no podrán asistir al estreno a pesar de las ganas que tienen. El niño depende del tratamiento que debe seguir producto de una caída que terminó con un pie quebrado.

El accidente ocurrió unos días después del aluvión que también afectó a Taltal durante marzo. "Prestó su bicicleta a un amigo y él sabía que no le doy permiso para andar en patineta. El amigo le ofreció cambiar un rato de bici a patineta pero Andrés le dijo que no. El amigo igual se fue, mi hijo se dio vuelta y se cayó porque por el aluvión se hundió la plaza", cuenta Yazmín.

Hoy ya más tranquila, explica que "gracias a Dios no perdió su pies y camina, las secuelas se verán en unos años más porque se quebró el hueso del crecimiento y la tibia del peroné… fue doble fractura".

La vecina relata que corría el riesgo de que le amputaran el pie, pero "gracias a Dios" se evitó ese doloroso proceso.

Anakin ha debido realizar un tratamiento intensivo en el Hospital Regional en Antofagasta. Hoy está de alta, pero los viajes a esa ciudad no han parado. Junto a esto, fue diagnosticado de Asperger por lo que también sigue los controles de esta enfermedad.

Otro accidente

Además Anakin y su madre este año han debido lidiar con el susto del accidente de Julián. Luego del hecho que afectó al menor, el esposo de Yazmín iba en la cuesta Paposo y quedó sin frenos. Para no herir a nadie direccionó la máquina al cerro y saltó, rodando en varias ocasiones. "Se destrozó sus manos", cuenta Yazmín.

El padre de Anakin sigue trabajando en lo mismo. "La culpa no fue de él, sino del camión que falló", explica su mujer.

El sufrimiento ha sido parte de este año, pero Yazmín tal cual Jedi ha luchado para salir adelante. "Creo que Dios me tiene considerada como un soldado valiente y que puedo triunfar grandes batallas", dice.