Circo Océano: una tragedia olvidada en la matanza de la Escuela Domingo Santa María
Entre los espectáculos de entretenimiento de los iquiqueños en 1907 se encontraban el de los circos que se instalaban en la Plaza Manuel Montt, frente a la Escuela Domingo Santa María, hasta donde también llegó la tragedia.
En diciembre de 1907, terminaba ese fatídico año durante el gobierno del presidente Pedro Montt.
En aquella época la crisis derivada de la continua depreciación de la moneda nacional (papel billete) ante la Lira Esterlina provocó las alzas de los artículos de primera necesidad que afectaba sensiblemente el poder adquisitivo de la clase obrera de Tarapacá y en especial de los obreros, situación que obligaba a los trabajadores a exigir mayores jornales.
En medio de esta situación entre los espectáculos de entretenimiento de los iquiqueños se encontraban el de los circos que se instalaban en la Plaza Manuel Montt, frente a la Escuela Domingo Santa María, según recuerda el historiador Mario Zolezzi Velásquez.
Circo sobarán
"En ese difícil tiempo el circo "Océano" llegó a la citada plaza. Su propietario era Manuel Segundo Sobarán y por esa razón se le denominaba también 'Circo Sobarán', cuenta Zolezzi, quien añade que Sobarán esperaba tener una buena temporada por ser fin de año.
Sin embargo, su negocio se vio frustrado por la gran huelga. El empresario circense de origen español nunca imaginó que su "Circo Océano" sería escenario también de la matanza ocurrida en el funesto 21 de diciembre de 1097.
El 15 de diciembre de 1907 bajó a Iquique una numerosa columna de huelguistas del Cantón Alto San Antonio. Estos fueron ubicados en el Club Hípico pero pronto se les alojó en la Escuela Domingo Santa María.
Alojamiento
Fue en ese momento histórico que Sobarán facilitó la carpa a los dirigentes para sus actividades, además de permitir que el recinto sirviera de alojamiento, relata Zolezzi.
Un matutino del día 19 expresaba que "El directorio iquiqueño de obreros ha pedido agradecer al señor Juan 2° Sobarán el préstamo que hizo de la carpa para que dicho comité celebrara sus sesiones que se ha fusionado con el pampino".
"Ese mismo matutino del día 20 informaba que: 'Los trabajadores llegados a Iquique hasta la noche del miércoles último llegaban a una cifra superior a 7.500, habiendo alojado la mayor parte en la Escuela Santa María y los demás en la carpa del circo Sobarán o en las casas de parientes y amigos'", refiere Zolezzi.
El gran movimiento pampino se extendió y contó con el apoyo solidario de los gremios obreros iquiqueños. La ciudad estaba paralizada. El pliego de peticiones de los pampinos motivó la mediación del intendente (s) entre ambas partes; misión que continúo el intendente titular que regresó a Iquique desde el sur.
Las conversaciones no llegaron a ningún arreglo; la guarnición había sido reforzada.
"Los últimos intentos con ese objetivo fracasaron. Los salitreros exigían el regreso de los huelguistas a sus oficinas para conversar con sus delegados. Los pampinos pedían se satisficieran sus peticiones antes de volver al trabajo", dice Zolezzi.
Finalmente el intendente Eastman decretó Estado de Sitio (20 de diciembre). Se ordenó a todos los huelguistas pampinos concentrándose en la escuela, la plaza y luego abandonar esos lugares rumbo al hipódromo. Era el regreso forzoso a la Pampa.
La matanza
"El 21 de diciembre de 1907 se produjo la matanza. Los pampinos no se movieron y fueron desalojados violentamente por tropas del Ejército y la Armada bajo el mando del general Roberto Silva Renard", manifiesta el historiador iquiqueño sobre esta historia que, su juicio, es una parte olvidada en la tragedia de la Santa María.
Disparos en la carpa
Entonces, los disparos hicieron mortales blancos en la carpa del circo. Un espectador relató que "las ametralladoras hicieron dos descargas en forma de abanico, abarcando las carpas del circo".
"Los diputados Arturo Alessandri y Malaquías Concha denunciaron en las Cámara Baja lo sucedido en el circo. El primero señaló: Un testigo presencial me asegura que una cantidad de mujeres y niños que habían sido asilados en una carpa de la plaza murieron a causa de las descargas que se hizo contra el pueblo", según la investigación de Zolezzi.
El segundo parlamentario expresó: "Efectivamente había en la plaza la carpa del circo, cuya carpa ocuparon los huelguistas para asilar ahí a las mujeres y a los niños. Pues bien ahí fueron encontrados no menos de 80 cadáveres".
Por su parte, Leoncio Marín escribió al respecto: "La carpa del circo y demás sitios de la plaza constituían el cementerio de la batalla, sí es que así se pueda llamar a esta cobarde matanza".
"La alcaldía decretó que se retiraran de la plaza Montt carpas y carruseles, prohibiéndose todo espectáculo en ese recinto por ahora. El señor Sobarán nunca olvidaría la tragedia acaecida en el circo", finalizó.
"En ese difícil tiempo el circo "Océano" llegó a la citada plaza".
Mario Zolezzi
historiador.