Redacción - La Estrella de Antofagasta

Un trágico inicio tuvo el 2016 en Antofagasta, con los homicidios de un joven colombiano y una comerciante del sector de la Vega Central, en un lapso de apenas tres horas.

El primero de los hechos tuvo su origen en una pelea al interior de un local nocturno ubicado en calle Condell, entre Prat y Baquedano, en el denominado Barrio Rojo. Allí se desató una riña que luego continuó en la vía pública, frente al 2569, donde funciona el club " New Coco´s".

El altercado tomó una extrema violencia cerca de las 6 de la mañana, cuando un desconocido que hasta el cierre de esta edición era buscado por la Brigada de Homicidios (BH) de la PDI hirió presuntamente con el gollete de una botella a Branier Medina Rivera, colombiano de 19 años que fue llevado por dos chilenos en su vehículo al Hospital Regional "Dr. Leonardo Guzmán". Allí, mientras era atendido, el extranjero dejó de existir.

Según explicó el subcomisario Mauricio Vallejos, el joven presentaba una herida cortante en la cara anterior del cuello y dentro de las diligencias desarrolladas destaca la recolección de registros tanto de las cámaras de seguridad del local como de los aparatos de televigilancia del sector, con el fin de identificar a quien o quienes participaron en la mortal pelea.

Comerciante

Pero la violencia no se detendría y a las 9.30 horas se conoció un nuevo crimen, esta vez de una conocida vecina de 67 años. Se trata de Amalia del Rosario Contreras González, quien hace 25 años mantenía su hogar y negocio en calle Calama 143, una cuadra al poniente de la vega. En el lugar se dedicaba a la compra y reparación de pallets, labor en la cual era ayudada por un trabajador. Fue precisamente éste quien la encontró sin vida en un pasillo de la propiedad, situada entre las calles Iquique y Calama de la Población Norte, luego que se ausentara por unos momentos tras tomar desayuno con la comerciante.

Su hijo Yuri Mancilla dijo que la pobladora vivía sola luego que enviudara hace un año. Una llave cortada fue uno de los elementos encontrados como evidencia, dijo el taxista, agregando que sospechaba de uno de los arrendatarios que tenía su madre en el sector norte. Este sería un drogadicto que le iba a pedir dinero y que la habría amenazado, indicó.

La BH trabajaba hasta ayer para determinar la causa exacta de muerte. "Habría participación de terceras personas. Estamos trabajando en el reconocimiento externo policial del cadáver para establecer un posible mecanismo de muerte (...) tiene algunas lesiones, equimosis en extremidades inferiores", agregó Vallejos.

Sin embargo, pasadas las 14 horas, mientras los detectives analizaban y revisaban aún el sitio del suceso encontraron oculto entre los cientos de pallets al presunto autor del hecho, un joven de 20 años.

Ante el impactante hallazgo los policías se abalanzaron de inmediato sobre él, deteniéndolo, hecho que causó gran revuelo entre quienes permanecían en el lugar, que incluso quisieron atacar al imputado. Este fue identificado con las iniciales Y.S.R., de quien se supo en forma extraoficial que conocía a la víctima debido a que había trabajado con el marido de ésta.

Fue trasladado luego al cuartel de la PDI, para prestar declaración ante los oficiales de la unidad especializada. Según trascendió, la investigación apunta a que presuntamente Y.S.R. asfixió a la pobladora, la violó y luego la mató. Además, le habría robado una cantidad indeterminada de dinero.