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Fruna Antofagasta: más de 16 años dando dulzura a la ciudad

En un corto plazo se posicionó como uno de los locales de distribución más cotizados por los comerciantes y antofagastinos, quienes están a la espera de la llegada del ansiado "Balde de Tabletón".
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Cristian Castro - La Estrella de Antofagasta

¿Cuál es la principal diferencia entre los trabajadores del Fruna Antofagasta y los Oompa Loompas de la película Charly y la Fábrica de chocolates? Muy simple, pasa que a los primeros, pese a trabajar todo el día rodeados de delicias, no les gusta el chocolate.

Y es que la veintena de trabajadores que laboran al interior del local comercial de Fruna en la ciudad, el constante contacto con dulces y chocolates les ha distorsionado el gusto por estas golosinas, cosa que jamás habría pasado con los pequeños aborígenes que trabajaban para el extravagante Willy Wonka.

La gran confitería

El local de Fruna en Antofagasta, ubicado en Maipú 645 tiene ya más de 16 años, y en ese corto periodo se ha logrado posicionar como una de las principales distribuidoras de confites y bebidas de la ciudad, siendo preferida por la familia al momentos de los cumpleaños, celebraciones o por lo pequeños comerciantes al ser una gran alternativa económica.

A diario son cientos de personas que pasan a comprar los variados productos que ofrece este inmenso almacén, por lo cual la dinámica de trabajo que se da al interior de este lugar es una digna postal de la película "Tiempos modernos" de Charles Chaplin, ya que mientras un grupo de trabajadores cargan apresuradamente en un eterno vaivén cajas repletas de chocolates, golosinas, gaseosas y snacks, los vendedores dispuestos a lo largo de tres amplios mesones en el local se aprestan a tomar el pedido del público. Todo esto mientras gritan el código de cada producto a una cajera que, sentada en lo alto de una plataforma, ingresa de manera automática los dígitos para imprimir la boleta, con la cual el cliente puede recoger su venta.

Sin duda un procedimiento que los trabajadores ya han incorporado tan bien en su sistema funcional, que hace que los tiempos de espera del cliente tarde lo que se demora el devorarse un tabletón.

Este procedimiento puede llegar a repetirse simultáneamente todo el día, especialmente entre marzo y diciembre, que son los meses en que mayor demanda existe de este tipo de productos.

"Muchos creen que solo vendemos al por mayor, pero también lo hacemos por unidades. Pero viene igual mucha gente que tienen kioskos o puestos de ventas, o también quienes tienen cumpleaños y todo ese tipo de cosas, por lo cual en verano, si bien hay veces que se llena o hay más actividad de la prevista, el ritmo de trabajo es más relajado a diferencia de otras fechas del año", cuenta Marina Espejo, cajera que lleva más de cuatro años trabajando para Fruna.

Una dulce novedad

Pero este verano 2016 el pronóstico de "tranquilidad" que se esperaba, hace una semana ya se vio interrumpida por un anuncio que Fruna hizo en redes sociales, un lanzamiento que, a pesar de que aún no llega a Antofagasta, ya tiene a miles de personas preguntando cada día por el arribo de este producto.

Y es que ya es una verdadera revolución nacional el anuncio de venta del nuevo balde repleto de 1,3 kilos de exquisito tabletón, una verdadera oda a la diabetes.

"La gente no para de venir y preguntar cuándo llegarán los baldes de tabletón. De verdad que ha sido una locura, ya que llaman por teléfono y otros llegan hasta aquí a consultar.", dice Sandra Leiva, cajera y encargada temporal del local.

Pero lo cierto es que la fecha de llegada de este producto sigue siendo una incógnita incluso para los administradores de la empresa en la ciudad, ya que han asegurado que el éxito comercial del balde ha sido tal, que las unidades ya han sido agotada sólo en la regiones centrales, por lo que se espera que el primer cargamento podría llegar recién durante la próxima semana a Antofagasta. Pero para aquellos que sólo desean comerse una de estas barras, pueden encontrarla en una cantidad de 100 unidades a mil 70 pesos.

La familia Fruna

El local en Antofagasta agrupa a 20 trabajadores, quienes alternan sus turnos para realizar sus distintas funciones en un horario continuado de lunes a viernes desde las 09:00 de la mañana hasta las 20:00, y los sábados de 09:30 a 19:30.

"Desde que llegué a trabajar aquí que me ha gustado mucho el ambiente, y junto a cada uno de los trabajadores ya somos como una especie de familia, puesto que estamos todo el día compartiendo", declara Sandra Leiva, quien dice que también a lo largo de los años, los funcionarios ya alcanzan un grado de familiaridad con cada uno de los clientes.

"A varios clientes los conocemos porque ya son habituales. Ocurre también que por lo general estamos muy imbuidos en nuestro trabajo por la cantidad de personas que llegan a comprar que a veces olvidamos a quienes saludamos, pero ellos nos recuerdan", dice.

Recordamos que Fruna es una de las únicas empresas chilenas que, pese a sus bajos precios, aún se mantiene batallando en el competitivo mercado nacional.

Este emprendimiento nació en Santiago en 1964 y hasta hoy se ha ganado el cariño de la mayoría de la gente debido a que muchos de sus productos como el mencionado tabletón, o los cubanitos, run-run, tortazos y kilates, han sido vendidos a bajo precio en todas las escuelas.