El 30 de diciembre pasado, cuando el año escolar ya había cerrado, la profesora Macarena Figueroa, delegada sindical del liceo B-13 de Antofagasta, fue citada a la dirección. Ahí le informaron que sería reubicada de establecimiento educacional. "No hay argumentos pedagógicos ni profesionales, no hay quejas de atraso ni de alumnos, ni de apoderados", cuenta.

Como ella, decenas de profesores pertenecientes a la Corporación Municipal de Desarrollo Social (CDMS) también fueron reubicados, y fue Macarena Figueroa junto a Patricia Romo las primeras que decidieron ayer poner una demanda por reubicaciones arbitrarias en el Juzgado de Letras del Trabajo de Antofagasta.

Las profesoras, quienes también son dirigentes del movimiento docente, denuncian que este tipo de reubicaciones son un menoscabo laboral. "Nos envían a otra unidad educativa sin fundamento, tomamos esto como una práctica antisindical", explica Patricia Romo, quien es delegada gremial del B-13. A su juicio, serían víctimas de una persecución por haber sido líderes durante el movimiento de los profesores que ocurrió a finales de 2014.

En tanto, Gonzalo Zavala, secretario ejecutivo subrogante de la Corporación Municipal de Desarrollo Social (CMDS), señaló que no han sido notificados aún de la demanda realizada por parte de las docentes.