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Desolador: Papá desesperado regala a sus cuatro hijos

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Desesperado por la falta de trabajo, al vigilante R.G.S. no le quedó otra que anunciar que regalaría a sus cuatro hijos: Daniel, Myriam, Moisés y Simón. Finalmente, a los pocos días los niños de lapoblación Punta Brava los acogieron donde una vecina de la O'higgins.


Se acaba -por fin- el problema del arsénico

Tras el drama del agua contaminada con arsénico, finalmente se inauguró una planta de filtros en Salar del Carmen, que trataba las aguas que bajaban de Toconce. Así, el vital elemento quedó con niveles inocuos del peligroso elemento que intoxicó durante años a la ciudad.


A la rica parafina

Mientras los carabineros Octavio Vásquez y Fidel Coloma allanaban una casa para esclarecer el caso de un robo, se encontraron con demasiadas botellas de jerez y finos Johnnie Walker etiqueta negra. Les causó sospecha tanto alcohol fino y descubrieron la farsa: el vecino Manuel Vergara tenía un laboratorio de copete adulterado, que él mismo fabricaba en la pieza. Los policías también decomisaron 532 etiquetas de copete, herramientas de trabajo y una radio portátil, con la que Vergara se entretenía mientras falsificaba los brebajes.

El gran escape: ¡13 reos se fugaron...!

...pero no les duró casi nada. A varios los agarraron al día siguiente.
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Ignacio Araya Chanqueo

Algo tenía el sujeto que esperaba pacientemente en La Negra que el sargento Orlando Ramírez, de la subcomisaría de Playa Blanca, le llamó la atención.

-¿Cómo te llamas? -le dijo al hombre.

-Roberto Arteaga Hernández.

-Tus documentos.

-No los tengo, soy minero y se me quedaron en la mina. Espero movilización para irme para allá- dijo.

El sargento Ramírez no le compró y se lo llevó detenido por sospecha. Y claro, el tipo ni siquiera se llamaba Roberto. Era Aldo Estrada Fuentes, uno de los trece reos que durante esas ajetreadas Fiestas Patrias de 1970 se había escapado de la Cárcel de Antofagasta, y que estuvo a punto de reunirse con sus amigos en Chañaral si no fuera por la curiosidad del sargento.

El escape fue cinematográfico: los reos tenían un túnel de doce metros de largo, que partía en el escenario del teatro penal, y terminaba en una muralla de Prat con Curicó.

Toda la policía salió a la caza de los fugados. Tres de ellos iban muy tranquilos por la población Chile, cuando se dieron cuenta que los buscaba Carabineros. Arrancaron hacia los cerros, les dispararon doce tiros de advertencia, pero no les llegó ninguno. Los policías mandaron a dos perros, Fido y Phaedra, quienes los corretearon hasta que, cansados, los prófugos se rindieron.

De ahí fueron cayendo casi todos. A uno lo pillaron cerca del Trocadero, y se le ocurrió lanzarse al mar para escapar. Ya de vuelta en la cárcel, varios hablaron con "La Estrella" sobre la gran fuga..

-¿Cuanto tiempo estuvo en la cárcel?- preguntamos a Julio Hidalgo, alias "El Monocha".

-Tres meses... por robo y homicidio. Nosotros no matamos al camionero... fue un accidente no más.

-¿Cómo prepararon la fuga?

-A mí me avisaron un día antes. Yo no trabajé en el túnel. Apenas salí me fui a los cerros de la Miramar y me encontré con los otros dos. Después nos metimos a una ramada de la población esa, nos tomamos unas pílseners y nos fuimos a fondear a los cerros.

Se fondearon, pero al parecer, no lo suficiente.

El imponente edificio Curvo 'Huanchaca'

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Estuvo tensa la visita del Presidente Eduardo Frei a Antofagasta, a principios de febrero. El Alcalde Germán Miric decidió no participar de los actos oficiales, y se lo comunicó a Frei en una carta. El Presidente le respondió al reverso del sobre: "Así como Ud. como alcalde no quiso recibirme, yo tampoco le recibo la carta".

Fue en ese aniversario que se inauguró el edificio Curvo "Huanchaca", treinta mil metros cuadrados y capacidad para 1.573 personas. El primer habitante del edificio fue Juan de Dios Sánchez, quien tenía doce cargas familiares y 2.590 puntos acumulados del sistema de préstamos de la Caja de Empleados Particulares. El segundo fue José Pedreros Torres, quien tenía nueve cargas. Las llaves las debía entregar el alcalde Miric... pero estaba ausente de la ceremonia.

Elecciones 70: Allende gana en la provincia

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Antofagasta estuvo especialmente agitada en los meses previos a la elección del 4 de septiembre. Los diarios de la provincia agregan más páginas a sus ediciones para llevar infinidad de propaganda política. Los alessandristas pregonaban que su anterior gobierno, el del 58 al 64, había sido "el más ordenado de la historia de Chile", mientras que los tomicistas estaban seguros que su provincia le daría la mayoría (Tomic nació en Calama, en 1914). "La Estrella" encuesta a decenas de pobladores para preguntarle por quién votará. "Votaré por Allende porque representa un gran movimiento popular y anti imperialista", decía Carlos Centonzio, dirigente sindical de Pedro de Valdivia.

En Antofagasta y en todo Chile, Salvador Allende ganó la elección del 70 en una jornada tensa. Ese día, al intendente Joaquín Vial casi no lo dejan votar porque, según el apoderado de mesa, sus firmas no coincidían. "Pero si es el intendente", alegó Eleamar Vila, padre de Ingrid Vila, Miss Chile '68. "Pero yo no lo conozco", le respondió el apoderado.

Al día siguiente, Floral Recabarren se lamentaba de los resultados. "Su propio pueblo no le dio la mayoría a Tomic", decía. Y en el centro de la ciudad, se comenzaban a pagar las apuestas. José Pereira, un chofer de taxi, ganó por partida doble, y se dio el lujo de ver rapados a sus dos amigos oponentes. José Torres -carnicero que iba por Tomic- y Mario Aquea -comerciante alessandrista- ese día quedaron sin un pelo.