Mario Anziani Ribera

Ya terminó la tormenta en Cobreloa tras la salida de cuatro jugadores de la institución por cometer actos de indisciplina y ahora queda lo otro, tener que enfrentar lo que resta del campeonato con los jugadores que quedan en el plantel.

Hasta ahora ya son cinco los jugadores que se fueron del club. El primero fue Nahuel Pansardi y ahora se agregaron Boris Sandoval, uno de los jugadores con más minutos del equipo. José Barrera alternando constantemente entre titular y en la banca. Nino Rojas, siempre convocado y entrando por lo general en los segundos tiempos y Miguel Sanhueza, quien para el técnico César Vigevani era un pieza imprescindible en la zaga de los naranjas.

Es por esto que el panorama de aquí en más es complejo, porque se redujo aún más el plantel, y si a eso le agregamos que también no participa Brayan Danesi, el técnico tendrá menos hombres para elegir. Tendrá que ser el turno de los jóvenes en esta oportunidad que tendrán mayor protagonismo en los partidos que quedan.

"Ahora somos pocos, quedamos los que quedamos y tendremos que poner el pecho a la situación y si algún compañero se equivocó, queda el resto para poder defenderlo adentro de la cancha y seguir estando dentro de la causa", comentaba en primera instancia el técnico César Vigevani.

El entrenador sobre la partida de cinco jugadores adujo que "qué le vamos hacer, es así, no podemos inventar y los juveniles tendrán que dejar de ser juveniles y afronten más responsabilidad de lo debido, los mayores que están, tendrán que asumir el doble de responsabilidad y nosotros como cuerpo técnico lo mismo y hay que pelearla".

El tema es difícil y no lo oculta Vigevani. "Todo fue difícil desde un comienzo, desde el principio todo aquí fue un 'despiole' y entonces ahora hay que ponerle el pecho a las balas. Quedan nueve o diez partidos y con lo que está se va a pelear, si nada fue fácil desde que llegamos, esto es algo más que nos tocó, un hecho desagradable que no queríamos que nos pase. Queríamos tener a los 28 jugadores para pensar en Ñublense".

Lo cierto que las últimas semanas no han sido de lo más tranquilas para el cuerpo técnico de Cobreloa, entre el momento que se iba a despedir a César Vigevani, hasta los actos de indisciplina de la semana pasada, el futuro no pareciera ser muy alentador.

"Hemos querido tener aunque sea una semana de tranquila, para que podamos preparar los partidos con los rivales y no hemos podido, es lo que nos toca vivir y lo tenemos que afrontar y a todos nos tendrá que servir como experiencia todo esto", comentó el DT minero.

Vigevani señala además que "aquí tenemos que hacernos todos una gran evaluación, cuerpo técnico, jugadores y dirigentes para terminar esto, porque creo que hubo errores por todos lados y por todos los costados que se mire y por eso es hora de parar la pelota y de una vez por todas poner todas las cosas arriba de la mesa, porque si seguimos este camino, Cobreloa tendrá más a estrellarse que a otra cosa", puntualizó.

De esta manera Cobreloa trata de cerrar uno de los capítulos más negros de su historia y que espera ponerle un candado final el sábado cuando enfrente a Ñublense, en un duelo que también tiene historia y que los hinchas esperan con ansias una revancha.

Para eso el equipo mantiene las prácticas. La tarde de ayer la realizó en el estadio Zorros del Desierto, tras varios días sin realizarlo en el principal reducto de Calama, donde los jugadores esperan olvidar el mal rato vivido.

18 horas del sábado está programado el duelo entre Cobreloa y Ñublense, en el estadio Zorros del Desierto.