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La mujer a la que el nuevo Cesfam debe su nombre

El pasado viernes, la presidenta de la república inauguró un nuevo Centro Integral de la Familia con el nombre de Dra. María Cristina Rojas, una destacada mujer de Antofa.
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Cristian Castro Orozco - La Estrella de Antofagasta

El reconocer los méritos en vida de una persona que dedicó gran parte de sus energías en mejorar nuestra sociedad no es uno de los fuertes de nuestro país.

Pero el famoso "pago de Chile" no fue el triste final en esta historia, ya que todos los logros, gestiones, atenciones y el tiempo dedicado por la doctora María Cristina Roja a sus pacientes no solo fue reconocido por la misma Presidenta de la república, sino que también fue inmortalizado en un nuevo centro integral de la familia (Cesfam) que hoy lleva su nombre.

Trayectoria

La mujer oriunda de Iquique, desde pequeña supo que lo suyo era la salud, pues en esta profesión vio la tribuna ideal para entregar su aporte a la sociedad.

"Mi primer trabajo fue en el sector de pediatría en el Hospital Regional de Antofagasta, donde comencé en 1966, y elegí esto debido a todo lo que se puede lograr si mantenemos sana a nuestra población", dice la mujer que trabajó en el recinto hasta que fue destituida de su cargo en octubre de 1973 debido al golpe militar.

Dado a este motivo, partió a Colombia, donde ejerció su cargo viviendo circunstancias muy distintas y anecdóticas en el país caribeño.

"Llegué a un pueblito muy pobre, en donde trabajé en atención primaria, y me tocó ver muchas cosas, como por ejemplo, aquí un doctor trabaja un máximo de 8 horas, y en Colombia era de hasta 20 horas", cuenta.

La milagrosa

También recuerda que a la gente de ese pueblo le llamó mucho la atención de que la Dr. María Cristian, a diferencia de los otros doctores del recinto, revisaba personalmente a los niños antes de emitir un diagnóstico.

"Pasa que los médicos decían a la gente que agruparan a los niños dependiendo de los síntomas que tuvieran, sin revisarlos previamente, pero yo los examinaba personalmente para ver al menos de que se trataba su patología. Con el tiempo la gente comenzó a tenerme mucho cariño, y supe después que esto se debía a que ellos creían que solo tenía que tocar a los niños para que se sanaran, o al menos eso me dijeron", recuerda con humor la doctora, quien dice que a causa de esto, sus colegas la apodaron como Santa María Cristina.

Política

La mujer también tuvo una destacada trayectoria política, ya que afirma haber sido dos veces presidenta del Partido Por la Democracia (PPD) y también concejala por la ciudad en 1992, pero finalmente prevaleció su servicio en salud.

"En una ocasión, el exalcalde Pedro Araya Ortiz me preguntó por qué no me postulaba como senadora, pero le dije que prefería retirarme de la política para dedicarme por completo a la salud de las personas", cuenta.

De allí se dedicó a la atención primaria en centros de salud de la ciudad, y también por mucho tiempo prestó servicios gratuitos, como por ejemplo en los comedores del arzobispado en Villa el Salto, que fue barrido por el aluvión de 1991.

Actualmente, la mujer vive retirada de todo tipo de actividad, rodeada del amor de su familia y todos quienes reconocen la admirable labor que por más de 50 años realizó.