Cartas
Educación vial
Lo que pasó con el niño Tomás Cancino es una verdadera tragedia que no se le puede dar a ninguna familia. Es doloroso perder un niño que tenía toda una vida por delante, pero que quiso darle vida a su hermano menor y entregó su vida por la de él.
Los vecinos se han manifestado por la tardanza en que las autoridades han tomado cartas en el asunto con la instalación de una pasarela que impidan que situaciones como éstas ocurran, pero se han olvidado de lo más importante: de la imprudencia de un conductor que nadie entiende por qué tiene licencia y que hoy sigue compartiendo con sus hijos, mientras otros padres lloran la partida de uno de sus hijos. Está bien, las autoridades deben reaccionar rápido y no pueden ocurrir más hechos como estos, no queremos más Tomás Cancino. Pero no perdamos de vista que hechos así pasan en lugar con semáforos, con señalética, porque aquí lo que reina es la imprudencia de los conductores. Aquí necesitamos mayor educación vial y sanciones más duras para quienes cometen imprudencia con resultado de muerte, aunque no vayan curados. Si ese hombre hubiese parado la marcha, nada de esto estaría ocurriendo. Justicia para Tomás.
Carlos Jara