Redacción
Impactados se encontraban los apoderados de dos alumnos de primer año básico del Colegio Río Loa.
Los menores mientras se encontraban en su jornada escolar, fueron atados a la silla por su profesora jefe.
Utilizando cinta de embalaje, dejó sus pies adheridos al mobiliario, presuntamente por un mal comportamiento.
El hecho, una vez en conocimiento de los apoderados, fue notificado de inmediato al director del establecimiento, Patricio Angulo, quien se refirió a este episodio.
"Lamentable, en base a que es una profesora que estaba haciendo un reemplazo post natal, era nueva y se equivocó en esta situación con nuestros estudiantes", precisó.
En la unidad educativa se respetaron los protocolos establecidos y se realizó la denuncia de lo ocurrido en Fiscalía.
Johana Abello es la madre de uno de los alumnos que fue víctima de la conducta de la profesora.
"Me llamó llorando que por favor la disculpara y que no hiciera nada, me ofreció hasta plata por el niño", comentó aún desconcertada por lo sucedido.
A pesar del episodio al que se vio expuesto su pequeño, valoró las medidas adoptadas de forma inmediata por el establecimiento. "A la profesora la sacaron inmediatamente del colegio. Reconoció delante del director que lo había amarrado, que había sido un error de ella, que no sabía lo que le había pasado", agregó la apoderada.
Solo espera que esto no vuelva a suceder. "Ella no tenía porqué amarrar a mi hijo, él no es un animal. Ojalá que no ejerza más", remató.
En el caso de su hijo, el relató haber sido atados de ambos pies. Su compañerita solo fue inmovilizada de uno de ellos.
Su apoderada también se impactó al momento de enterarse de la noticia. "Yo me enteré porque la profesora me llamó por teléfono, me contó que porque mi hija era desordenada la tuvo que amarrar a la silla. Me dijo que no quería que el tema pasara a mayores", relató.
El colegió siguió los conductos regulares y denunció. Aunque no existe claridad sobre si hubo una renuncia o desvinculación, lo concreto es que la docente no continúa en el establecimiento.
Dos menores de 5 y 6 años fueron quienes se convirtieron en víctimas del castigo impuesto por la profesora.