Javier Andrónico-Cangana
Desde ayer la Playa Paraíso de Antofagasta se ve distinta.
Aunque ya no hay bañistas como en verano, dicho lugar tiene un aire renovado y que llama la atención.
Y es que el municipio inauguró en Playa Paraíso el tercer mural por la inclusión de las personas en situación de discapacidad, el cual busca crear conciencia en la comunidad acerca de la diversidad y unidad.
La ceremonia comenzó alrededor de las 11:00 horas y hasta el lugar llegaron decenas de familias y usuarios de la Oficina municipal para la Integración de personas con Discapacidad (OID) quienes estaban expectantes por ver el resultado de largos tres meses de trabajo que estuvo a cargo del destacado artista colombiano Luiman Díaz, quien dirigió ese proceso.
Antes de bajar el velo que cubría la obra, la alcaldesa, Karen Rojo, expresó que "en estos 25 metros se busca sensibilizar a la comunidad a través de la cultura y el arte, fortaleciendo el valor de la inclusión, algo que Antofagasta viene buscando hace tiempo", puntualizó.
Luego, una colorida batucada comandada por cinco niños usuarios de la OID llegó hasta el escenario principal y con ellos se bajó la tela que cubría la obra inclusiva.
Pero ese mural no es cualquiera, sino que esos mismo cinco pequeños que llegaron acompañados de la batucada son los protagonistas de la obra, quienes junto a sus familias han llevado excelentes procesos de rehabilitación a cargo de la OID.
Roberto Sepúlveda es papá de Catalina, la niñita que aparece en el mural y señaló que "es maravilloso ver a tu hija plasmada en una obra de esta magnitud y agradezco a quienes pudieron llevar esto a cabo".
Por su parte, Constanza González, coordinadora de la OID, comentó que "el objetivo del mural -con característica 3D- es visualizar la discapacidad porque estos niños y jóvenes tienen mucho que entregar".
La joven profesional también expresó que "la otra finalidad de estos murales y plazas inclusivas es que Antofagasta se transforme en una ciudad amigable para las personas en situación de discapacidad, pero no sólo en el ámbito de la infraestructura, sino también en lo social".
La obra de 25 metros con las caras de cinco simpáticos niños de la OID se realizó con fondos de la muni, Minera Escondida y Antofagasta Shopping y se llamó a cuidarlo, ya que seguirán este tipo de iniciativas el resto de la ciudad.