Cartas
Un pasillo peligroso
Por mi trabajo siempre debo transitar por las calles del centro de Calama y me he dado cuenta que el pasillo que se habilitó en calle Abaroa, entre Ramírez y Sotomayor, representa un verdadero peligro para los que circulamos por la noche en este lugar.
Digo esto, porque uno no ve quien viene de norte a sur, sobre todo en la esquina de Sotomayor, por lo que se presta para que un delincuente te pueda asaltar del otro lado.
Por más que pusieron iluminación en este sitio, repito es un verdadero peligro, aunque se entiende que todo esto es por los trabajos de remodelación de la Plaza 23 de Marzo.
Heraldo López
A medir la velocidad
Muchas veces me subo a las micros que circulan por Calama y he visto que algunos choferes le meten el pie más de la cuenta al acelerador y no entiendo si es, porque deben llegar a marcar tarjeta en un tiempo determinado o simplemente lo hacen por "apurones" no más.
A veces no alcanzo a sacar la plata y cuando la micro van con todos sus asientos ocupados, tengo que de pie hacer equilibro para pagarle al chofer.
Pero, varias veces casi me he caído, porque estos choferes van demasiado rápido.
Espero que las autoridades fiscalicen a estos conductores que se creen que andan en un "Fórmula 1".
Antonio Valencia
A educar a los niños
Siempre es bueno educar a los niños con reglas tan simples, pero que lo harán un mejor ser humano.
Primero, amar al prójimo, querer a los animales, no ser negativo y cooperar para que este mundo sea mejor.
Digo esto, porque muchas veces me encuentro cuando me subo a las micros, que varios alumnos no ceden sus asientos a los mayores, lo que demuestra que no fueron bien educados. ¿Acaso en el colegio pasan todo el día de pie en clases, que están como cansados para ceder sus asientos? Es una inquietud que planteo a los padres de estos niños.
Jorge Varas