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Al menos la mitad de los colectivos no salió a trabajar a las calles de Antofagasta

Pese a adherir a la movilización nacional, la ciudad no colapsó: se aumentó la frecuencia de micros y varios autos salieron de todas formas. Algunos hasta lo agradecieron.
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Ignacio Araya y Manuel Chimaja

Los Leones esquina Pantaleón Cortés, 8.30 de la mañana. Hace frío, y un hombre se ajusta el chaleco mientras espera la locomoción colectiva en dirección sur.

-Hola, somos del diario La Estrella, ¿le ha costado mucho tomar locomoción con esto del paro de colectivos?

En esos dos segundos que dura la pregunta, aparece una micro 104 medio vacía.

-No, no tengo problemas, porque me voy altiro...

El hombre se sube a la micro junto a las otras dos o tres personas que esperaban en esa esquina, todos tranquilos. Y así como sucedió en ese sector, así fue la jornada para miles de antofagastinos que ayer se levantaron más temprano de lo habitual con el anuncio del paro de taxis, colectivos y furgones escolares que anunció la Federación Regional de Sindicatos de Taxis Colectivos (Fresitaco), en solidaridad con el paro nacional convocado por el gremio en rechazo a la aplicación Uber (ver recuadro).

Desde primera hora de la mañana, y pese a que no se veían colectivos, en las calles no hubo aglomeraciones de personas esperando desesperadamente locomoción. Transportes inició un plan de contingencia para que aumentara la frecuencia de micros: si normalmente circulan cada cinco minutos, ayer pasaron cada dos. "Hubo una mayor coordinación de la semaforización para generar mejor tiempo de viaje", cuenta el seremi de la cartera, Waldo Valderrama.

En las principales avenidas de la ciudad, de a poco comenzaron a aparecer colectivos. Por ahí se veía un 11, un 4. Algunos tenían sus números tapados y salían a cazar pasajeros. "¿Para dónde va abuelita?", le preguntaba un colectivero a una señora que esperaba en una esquina.

Normalidad

Arriba, en la Circunvalación Padre Hurtado, la línea 77 operaba normalmente: el 95% salió a trabajar. El 5% restante no fue porque dos choferes estaban con problemas personales y un colectivo estaba en panne. "Yo no estoy en contra de los dirigentes que han tomado su decisión, cada dirigente es dueño de tomar sus propias decisiones. Pero si los asociados ven que no es problema de ellos, ellos van a optar por la mejor resolución, y acá se tomó la resolución de trabajar. Eso lo decidieron los trabajadores", cuenta Jorge Robles, representante legal de la 77.

Cerca de las diez, una decena de furgones escolares que representan a los 220 inscritos en ese gremio comenzaron una caravana desde la Plaza de los Eventos en dirección al centro. "Se está permitiendo el ejercicio de esta actividad sin siquiera tener la preocupación de saber quién está conduciendo", dice el representante del transporte escolar, John Olguín con respecto a Uber.

El dirigente cuenta que ayer todos los furgones fueron a dejar a los niños al colegio normalmente en la mañana y luego fueron a marchar frente a la Seremi de Transportes, por calle Matta. "Nos parece bien que aparezca (Uber)", comenta Olguín. "Pero en igualdad de condiciones. Si la regulación fuese exactamente la misma, ahí estamos de acuerdo", dice.

Poco antes del mediodía, Juan Donoso, presidente de la Fresitaco, felicitaba a los trabajadores por el éxito del paro, que él estimaba en un 100% de los colectivos (el seremi Valderrama lo calculó en 50% de adhesión). "Respondió la gente, tú puedes ver que las calles están peladas, a excepción de cuarenta autos piratas, la gran mayoría aprobó el paro y está con nosotros", dijo el dirigente cuando marchaba junto a los colectiveros rumbo a la Seremi de Transportes.

-Pero nosotros vimos varios Sietes...

-Lógico, pero podrás entender que de 2.580 autos, deben andar cuarenta, cincuenta, no tiene ninguna relevancia con los 2.580 que somos. En todas las actividades verás a estos gallos inconformistas, que piensan que nunca les va a pasar. Salen, pero no nos preocupa porque son muy pocos autos.

El dirigente Donoso dice que les tomaron la patente a todos los que salieron igual a trabajar ayer, porque "vienen las sanciones correspondientes". De partida, por no acatar los acuerdos de la asamblea, al colectivero le pueden llegar tres días de suspensión como sanción disciplinaria. "Y si tiene acumulación de sanciones, puede ser expulsado", comenta. Donoso aprovechó también de agradecer a la ciudadanía por apoyar la movilización de los colectiveros por el centro.

SECTor Norte

Lamentablemente los que más sufrieron con esta movilización fueron los habitantes del sector norte de la ciudad, quienes tuvieron que esperar varios minutos por un transporte que los llevara a sus lugares de destino.

A pesar que transitaban algunos colectivos por el sector, estos simplemente pasaban llenos, dejando a decenas de antofagastinos esperando con los brazos cruzados.

Los puntos más emblemáticos fueron Cerro Moreno, Ricaventura y Pedro Aguirre Cerda, donde los transeúntes al ver que ningún colectivo transitaba por su sector decidían subir al TransAntofagasta.

Un ejemplo fue el de Ana Rodríguez, quien necesitaba movilizarse con su bebé recién nacido y su pequeña hija al centro de la ciudad, ya que su pequeño tenía control médico y nadie la llevaba ni mucho menos pasaban colectivos.

"Supe durante la mañana del paro y estoy sin locomoción hace más de 30 minutos y tengo que llevar a mi hija a control médico", aseguró la antofagastina.

Tras varios minutos de espera pasó un taxi colectivo y la pudo trasladar hasta el doctor.

Por otro lado, la solidaridad del antofagastino afloró en varias calles, donde algunos automovilistas se ofrecieron a llevar a quienes se congelaban esperando una movilización.

A pesar de este trago amargo para los residentes hubo al menos algunos conductores que se arriesgaron y no acataron la movilización, arriesgando represalias de otros chóferes y trabajaron como cualquier día, estos se hicieron la "América" y durante todas las vueltas que realizaban a la ciudad pasaban llenos. Una jornada de oro.

Los grandes ganadores del extremo norte de la Perla del Norte fueron sin duda los micreros, quienes aumentaron su dotación de máquinas en terreno, con el objetivo de llevar a las personas a sus lugares de trabajo, trámites o recintos educacionales.

Es claro que esta paralización tuvo sus efectos negativos en el sector norte, los residentes fueron cautos y tomaron las medidas necesarias para moverse de un lugar a otro y evitar un caos.