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Así vigilarán los drones que no se nos caiga el internet

Gabriel Jorquera es de La Serena, pero lleva décadas viviendo en Antofagasta. Trabajó en Telenorte y luego pasó a Telefónica, donde se le ocurrió vigilar los postes de fibra óptica con drones. A partir del 26 de mayo, así se hará en todo el norte.
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Ignacio Araya Chanqueo

Es poco lo que se puede ver en la Ruta Panamericana que cruza de punta a cabo el desierto de Atacama. Por la ventana, salvo los cerros y una que otra estación ferroviaria abandonada por los años, sólo los cables y sus postes van avanzando por la geografía junto a la carretera. Y en los últimos 27 años trabajando en la Telefónica, Gabriel Jorquera, profesión ingeniero, conoce al detalle cómo funciona la fibra óptica, uno de esos muchos cables que se meten en los cerros.

Pese a que nuestra geografía no es tan inaccesible como el extremo sur, lograr conectar al norte con el resto del país igual depende de gran trabajo. Si bien hay lugares como el Nudo Uribe, donde se puede instalar con maquinaria fácilmente una estructura de concreto, para llegar a la punta de un cerro se requiere de muchos hombres cargando al paso un pesado poste de madera.

"Nos demoramos todo el día. Hay rutas de puro poste de madera y hay que excavar ahí, con tirantes a los postes, es bien complejo", cuenta Jorquera. Cada cierto tiempo se debe inspeccionar cómo están las estructuras para que no falle la fibra óptica, y meterse en complicadas quebradas para revisar un poste es una tarea titánica. En un día, a lo más se podrán inspeccionar siete.

Fue a principios de este año que al ingeniero serenense -pero que lleva décadas viviendo en Antofagasta- se le ocurrió una idea. Él llevaba bastante tiempo experimentando personalmente con el uso de drones para trabajos audiovisuales que realiza como hobby, y presentó a su empresa la inquietud. En vez de llevar tanta gente a inspeccionar un poste en la mitad de la nada, ¿porqué no mandamos un dron? En Telefónica la propuesta gustó, comenzó a desarrollarse y ahora, a partir del 26 de mayo, toda la fibra óptica del norte va a ser fiscalizada a control remoto, vía drones, gracias a la idea de Gabriel Jorquera.

"Hay lugares donde hay enormes quebradas. De repente los postes pasan por arriba de un cerro, entonces mando el dron desde abajo y lo envío a inspeccionar la fibra", dice el antofagastino. El "Phantom 4", de una autonomía de vuelo de 28 minutos y que puede llegar a una distancia de cinco kilómetros a la redonda, está equipado con la última tecnología. Para demostrarlo, Jorquera prueba la máquina en uno de los postes de fibra óptica ubicados junto a la carretera.

Es mediodía y hay mucho viento, lo que hace peligroso un vuelo en dron. Eduardo Mercado, quien también está desde el 85 trabajando en la ex CTC, debe levantar el "Phantom" ante las condiciones extremas de viento. Por fin el dron se eleva, y arriba se estabiliza. "Estos drones tienen cámaras 4K, de altísima resolución", comenta Gabriel Jorquera, quien lleva el monitoreo en un Ipad que transmite en directo lo se va captando en el cielo. De esta forma, se acerca al poste, toma fotografías y el ingeniero ya sabe si es necesario subir a hacer reparaciones o no.

Tan avanzado es el "Phantom", que tiene funciones impensadas. Si, por ejemplo, usted va corriendo por el desierto, sele pueden dar órdenes al dron para que lo siga. O si está demasiado cerca de un obstáculo -una persona, una camioneta-, comenzará a emitir pitidos para alertar. "Así me puedo acercar a un poste y se va a quedar quieto ahí", dice el ingeniero local.

A vuelo de dron

Egresado de la entonces Universidad del Norte en 1982, Gabriel Jorquera hizo su práctica en Telenorte, que en ese tiempo era propiedad de la casa de estudios. Hacer televisión en esos años era toda una proeza: al norte sólo llegaba Televisión Nacional y los programas del Canal 13 podían verse acá por Telenorte. A veces, en directo. Cuando mucho, "Martes 13" o "Sábados Gigantes" llegaban con una semana de atraso. Jorquera estaba en ese equipo.

"Hice la parte técnica, cámaras, nos ibamos a transmitir los partidos de Cobreloa", cuenta. Con los pocos recursos que tenían, lograron armar el primer móvil que recorría el norte en una época donde todos andaban pendientes del equipo calameño, cuando llegaron a ser vicecampeones de la Copa Libertadores en el 81 y 82. "Nos hicimos famosos con Cobreloa, se filmaba el partido en forma bien artesanal y luego se lo vendíamos al Trece o al Nacional", cuenta.

Cuando entró a trabajar a la Compañía de Teléfonos de Chile (CTC, luego Telefónica, hoy Movistar), a Jorquera le quedó metida la idea de lo audiovisual. De ahí salieron los drones y ahora, su idea que se replicará en todo el norte de Chile. "Si antes se podía llegar a revisar siete postes, ahora podemos llegar a revisar 21, cuando empecemos a tener más bagaje en el tema", explica el subgerente de operaciones de la Red Norte de Telefónica, Patricio Serrano. "Algunos lugares no se inspeccionaban por el riesgo a las personas y por varios recursos, había que traer un camión, cuadrilla, un técnico... pasaban mucho tiempo en zonas no cercanas a las ciudades", cuenta el ejecutivo.

El trabajo del dron dependerá también de los factores climáticos. El "Phantom" fue probado con mucho viento en el Nodo Uribe, logró su objetivo exitosamente, pero la idea es que las operaciones se realicen en condiciones óptimas. "Algunos días los tenemos despejados y sin viento", dice.

Así llega la internet

La fibra óptica, que permite que usted pueda leer este artículo en internet o ver el partido del fin de semana por la tele, llegó al norte en 1994. Hasta entonces, el país se conectaba vía satelital o por microondas.

"Pero la fibra trajo un impacto increíble, las velocidades que tenemos ahora eran impracticables en ese tiempo", cuenta Jorquera. Gracias a ese avance, todas las comunicaciones pueden ir dentro de ese sencillo cable que corre junto al desierto desde Santiago hasta Arica.

Sin embargo, comunicar todo el país no es tan fácil. En el caso que se llegue a cortar este cable, la internet puede seguir funcionando a limitada capacidad gracias a un cable submarino de fibra óptica que cruza todo el país y que sale a tierra en Arica y Valparaíso. En marzo del año pasado, cuando vinieron las lluvias y el aluvión arrasó con Diego de Almagro y Chañaral, estuvimos totalmente desconectados por varias horas. De hecho, el cable del desierto apareció cortado en tres partes.

"En el aluvión de marzo aprendimos todos, porque nunca se había esperado un desastre tan grande como Copiapó, estuvimos desconectados menos de un día", dice Patricio Serrano.

En esa tragedia, la empresa llegó al segundo día a saber dónde había ocurrido exactamente el desperfecto. Pero gracias al ingenio de un ahora antofagastino, en el futuro esos tiempos se van a reducir con la ayuda de los drones.