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Lo que el viento se llevó: ráfagas de 60 km por hora asustaron a Antofagasta

Inesperado fenómeno se produjo de madrugada. La temperatura subió hasta llegar a los 27,6° a las 6.05 AM.
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Ignacio Araya Chanqueo

Como miles de antofagastinos antenoche, doña María Hoffmann se levantó tipo 2 de la madrugada a ver qué tanto escándalo hacía el viento afuera de su casa, en calle Adamson. En medio de la oscuridad de la noche, el sonido del viento se mezcló con el ruido de puertas, ventanas y árboles azotados por una ráfaga tibia que asustó a varios por su violencia. Y sobre todo en Adamson, donde toda la calle está adornada por árboles en cada vereda, el viento hizo lo suyo: el frontis de su casa estaba llena de ramas secas. En todas las casas de la cuadra, igual. "¡Qué desastre vecina!", comentaba la señora María.

El inusual fenómeno obedeció a una compresión adiabática, una baja de presión local que se produjo por la junta entre el aire cálido del norte y el sistema frontal que viene desde el sur. Eso quiere decir que el aire cálido llegó desde el norte descendiendo por la ladera de los cerros, por eso se sintió tibio. En la estación meteorológica de la Universidad Católica del Norte, se llegó a registrar 27,6 grados Celsius a las 6.05. El fenómeno, eso sí, había partido antes, con la neblina. Algunos vuelos que venían desde Santiago tuvieron que ser desviados a Iquique.

Según Juan Aravena, jefe del Centro Meteorológico Regional (dependiente de la Dirección Meteorológica de Chile), esto no se pudo pronosticar porque generalmente se trabaja con rangos más amplios y éste era un fenómeno sumamente reducido que la estación no alcanzó a detectar. "El viento registrado en la UCN fue de alrededor de 40 kilómetros por hora", explica el profesional. Extraoficialmente, se supo de registros que alcanzaron los 60 kilómetros por hora.

Viento en la noche

Cuando el fuerte viento se sentía en todo Antofagasta a eso de las 3 de la mañana, Macarena Castillo sintió un sonido seco, parecido al de fuegos artificiales, en calle Bellavista. Afuera, el transformador y los cables estallaban en llamas. "Se veía horrible, ese transformador siempre explota", dice la vecina. Al mismo momento, se quedó sin luz en la casa.

Por suerte, no fueron muchos los que se quedaron a oscuras. Elecda informó que la mayor contingencia se produjo en el alimentador "Lider", donde una lona arrastrada por el viento hizo cortocircuito. En Mejillones, el corte se produjo por fallas en la empresa generadora de electricidad. A eso del mediodía de ayer, todo el suministro ya había vuelto.

El viento terminó a eso de las cinco de la madrugada. Y ya de mañana, comenzaba la tarea de limpiar todo lo que el viento se llevó. Basura en las calles, techumbres, etcétera. La alcaldesa Karen Rojo convocó al COE comunal y en toda la ciudad salían coordinadores de Dideco a hacer un catastro de las viviendas afectadas. Varios semáforos en el centro quedaron sin luz durante la mañana y las clases quedaron suspendidas para reanudarse a mediodía.

Mientras abría la puerta de su casa, a las 8.50, José Ávalos (68) se le vino el portón encima producto del fuerte viento en su casa de calle Orella. Al portón metálico se le habían soltado las bisagras, provocándole contusiones.

Mirna Saavedra, vecina del campamento 18 de Septiembre, dice que nunca había visto algo así como lo que sintió antenoche. Tanto el techo como el cierre perimetral de su vivienda está hecha con calamina y con el fuerte viento se cayó todo el cierre de atrás.

"No he dormido nada, absolutamente nada. Yo sentía que la parte de arriba (el techo) se iba a caer arriba, pegaba a cada rato", dice doña Mirna. Ayer, temprano, reforzaba las calaminas para que, en caso que suceda algo similar por estos días, el techo no se vuele.

Según los pronósticos, difícilmente vamos a sentir tanto viento, por ahora. Hasta el cierre de esta edición, lo único que se esperaba eran reducciones de visibilidad en el sector norte del aeropuerto, por el levantamiento de polvo.

40 kilómetros por hora era la velocidad del viento durante la madrugada, registrada en la estación de la UCN.