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Este miércoles vuelven las Escuelas de Rock Calama

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A casi un año de un proceso formativo inédito en Calama, las Escuelas de Rock y Música Popular, un programa del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, vuelve a la Tierra de Sol y Cobre para continuar el trabajo iniciado en 2015 en conjunto a la Corporación de Cultura y Turismo, cuando una veintena de bandas y músicos de la zona participaron de clases y talleres dedicados a incentivar la creación local.

Esta vez, el segundo nivel de Escuelas de Rock Calama regresa con dos énfasis claros, "apuntando a la producción musical, a la consolidación del trabajo asociativo y la instalación de un festival que ubique a la región en una Red Nacional de Festivales y asociaciones", precisó el secretario ejecutivo del Fondo de la Música, Cristian Zúñiga.

Así, el ciclo formativo comenzará este miércoles 15 de junio y se extenderá hasta el 22 de julio, con clases a cargo de profesores como Juan Ayala, el productor Lautaro Rodríguez, el músico Manuel Sánchez y el equipo de Escuelas de Rock y Música Popular.

La invitación es a todas las bandas que participaron del primer nivel, para continuar un proceso formativo que, desde ahora, apuesta por la instalación de elementos permanentes en la ciudad.

Los talleres

Todas las clases serán en el Café Arte Vicente Huidobro, ubicado en el Paseo Ramírez número 2022, de lunes a viernes, desde las 18.00 a las 21.00 horas, salvo los sábados, cuando las sesiones de producción comienzan a las 10.00 horas.

Si bien las clases se orientan como continuidad del primer nivel, los interesados que no participaron del ciclo anterior de igual forma pueden asistir en calidad de oyentes.

El detalle de las clases está disponible en el sitio web de Escuelas de Rock y Música Popular (www.escuelasderock.cl).

En ese mismo lugar serán anunciados todos los detalles del festival de música popular que nacerá en este segundo ciclo en la ciudad de Calama.

Trabajador loíno vive solo a 4.250 metros de altura

Don Víctor Berna Bautista trabaja cuidando los terrenos existentes en la frontera que une a Chile con Bolivia, para la empresa de ferrocarriles.
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Redacción

Una verdadera historia de sacrificio y esfuerzo es la que lleva adelante el vecino loíno Víctor Berna Bautista, quien trabaja solo en la frontera y a la no despreciable altura de 4250 metros sobre el nivel del mar.

Su importante labor es que es el encargado de cuidar los terrenos existentes en la frontera entre Chile y Bolivia, lugar en donde las aguas del río Silala cambian de nombre a Siloli.

Son tres años en que lleva trabajando solo en la frontera, no le tiene miedo a nada y es que pese a que en algunos momentos se siente trabajando como un verdadero naúfrago en una isla, la compañía de un programa de televisión y la visita esporádica de personal de Carabineros que se desempeña también en la frontera, lo hacen sentirse que está en territorio nacional.

La gran alegría para don Víctor es cuando debe bajar en sus descansos al poblado de Lasana, que es el lugar donde habita con su familia, allí olvida por un momento la soledad.

Es así como don Víctor luego debe armarse de valor y subir nuevamente a cuidar estos terrenos que se encuentran en la frontera, lugar donde con una antigua radio VHF, mantiene contacto con su jefatura de la empresa de Ferrocarriles.

Sufre con el frío

Este vecino manifestó a "Calama en Línea" que sin lugar a dudas que las bajas temperaturas que afectan a la Provincia El Loa, son peores en la frontera.

"En verano es más o menos caluroso, pero no muy abrigado, en comparación a este tiempo en donde es demasiado helado. Durante el día, trabajo en la mantención de la represa existente en el lugar y en su conservación diaria", precisó Berna.

Además, contó que a pesar del tiempo que trabaja en el lugar, "nunca he visto nada extraño ni siento miedo, ya que con la vigilancia que existe en el lugar, no debería pasarme nada", explicó el esforzado poblador.

De este modo, este hombre de pocas palabras, pero que hace patria en la frontera, realiza una labor quizás algo ingrata, pero que le sirve para mantener a su familia que se encuentra en Lasana, los cuales son los más felices cuando baja de su turno.

Sin embargo, a don Víctor le gusta lo que hace y ama la tranquilidad en pleno sector fronterizo, donde convive y soporta todas las inclemencias climáticas, propias de esta zona altiplánica, pero para eso se prepara para abrigarse bien y por un momento olvidarse del frío, que solo en Calama la semana pasada tuvo temperatura de hasta -4 grados bajo cero, la más baja del presente año.

Pero, para Berna estas temperaturas de -4 grados bajo cero no le hacen ni cosquilla y es que en la frontera el frío es mucho peor.