La nueva camada de jóvenes comprometidos por Antofagasta
Grupos que sin fines de lucro, promueven la cultura, la conciencia y la creatividad para transformar a la ciudad en un espacio que fomente la participación ciudadana, y el compromiso de los habitantes para pulir el atractivo de la zona.
Cristian Castro O. - La Estrella de Antofagasta
No pasó inadvertido para las universidades estatales y privadas de la ciudad que, este año, muchas de sus carreras humanistas (directamente aquellas dirigidas al servicio social) experimentaran un considerable auge en sus matrículas.
Esto quiere decir que carreras que por años fueron 'impopulares' dentro de la oferta de las distintas Ues. En el 2016 llenaron los cupos e incluso en algunos planteles la demanda del alumnado fue mayor pero, ¿A qué viene todo este fenómeno?
Podríamos decir que estas nuevas preferencias en lo profesional de los estudiantes viene gestándose al menos desde hace tres años, cuando Antofagasta comenzó a experimentar la vertiginosa entrada de grupos de jóvenes dispuestos a entregar sus servicios para transformar a la ciudad en el idilio de su creatividad.
Nueva generación
Uno de los rasgos distintivos de estos jóvenes es que el objetivo común de su esfuerzo y trabajo no tiene como fin un bienestar personal (al menos no en el ejercicio) sino que uno que beneficie y aporte a su entorno y comunidad.
Es fácil darse cuenta de esto, solo basta con ir a dar una vuelta por el paseo Prat para ver improvisados staf con grupos de jóvenes animalistas, ambientalistas o ecologistas, pro patrimonio, arte o alguna otra causa recolectando firmas o entregando panfletos informativos a los peatones para que se enteren sobre las actividades que promueven o realizan.
Ecología y conciencia
Un ejemplo de ello es la labor que cumplen los jóvenes de la agrupación 'Colibrí Eco-social', quienes desde el 2014 organizan operativos de limpieza en playas y espacios eriazos de la ciudad, promoviendo el reciclaje y la reutilización de los materiales desechados.
Pero ellos no solo se contentan con los operativos, sino que también se encargan de concientizar a las personas (por medio de talleres) sobre la importancia de reciclar. Mas, esta organización en solo el resultado de los intereses que siempre tuvieron cada uno de sus integrantes, como Ada Calderón, quien desde pequeña tuvo la costumbre de recoger junto a su madre -ambas provistas de sacos- todo tipo de botellas, latas y esas cosas raras que suele botar la marea.
"Siempre nos llamó la atención el nivel de basura que había en el litoral, mucho plástico que podía ser reutilizable estaba botado y entonces junto a estudiantes de la Universidad Católica del Norte (UCN), comenzamos con los operativos de limpieza", cuenta Calderón, estudiante de biología marina de la Universidad de Antofagasta (UA) y miembro de la mencionada agrupación. La joven destaca también la realización de talleres con juntas de vecinos y grupos de scouts, en donde enseñan el daño que causa el plástico al ecosistema y a cómo remediarlo.
Por su parte, Andrés Music, miembro de Colibrí y académico de la UCN cuenta que, "queremos generar un aporte concreto a la concientización medioambiental. Además tuvimos acceso a un estudio de un académico de la UA que decía que Antofagasta tenía las playas más sucias de Chile, entonces ahí decidimos no quedarnos de brazos cruzados", dijo el ecologista.
Salvando patrimonios
En enero de este año, las casas Dauelsber & Cable West Coast (Bolivar con Washington) fueron declaradas monumentos nacionales.
Aunque parezca paradójico, esta noticia no trascendió mucho en la opinión pública a diferencia de la que un año antes, decía que los inmuebles podrían ser demolidos. En esa ocasión muchos vociferaron sobre la falta de respeto que existía con las antiguas construcciones de la ciudad, pero un joven de 25 años decidió no publicar su enojo en facebook y comenzó una cruzada para evitar el posible desenlace.
Ésto fue la blástula que dio vida a la agrupación 'Antofapatrimonial' que dirige Camilo Kong Pineda.
"'Antofapartimonial' partió como una iniciativa a fines del 2014 con el objetivo de detener la posible demolición de unas antiguas casonas, por lo que iniciamos una recolección de firmas para que los inmuebles fueran declarados monumentos nacionales, pero eso no es un mérito de nosotros, sino de toda una ciudadanía", cuenta Kong Pineda.
Esta agrupación cuenta con más de veinte socios, y su director y fundador, Camilo Kong, dice que tiene por objetivo crear una mesa cultural que vele por el patrimonio de la ciudad.
"De niño me gustó el tema urbano, las casas, la ciudad y también su historia. Por ello, hacemos actividades en conjunto a otras organizaciones, como por ejemplo 'Antofacleta', con los que realizamos rutas patrimoniales en bicicleta, y bueno, tenemos más proyectos para acercar la cultura, la identidad y nuestra historia a los habitantes", concluye.
Creatividad urbana
Por último citamos al movimiento 'Camanchaca' que nació en 2013 cuando un grupo de amigos decidió unir sus talentos en el arte y la producción para decorar los espacios urbanos de la ciudad, gestionar proyectos en beneficio de poblaciones y en síntesis, llenar de color a Antofagasta.
"El objetivo principal de Camanchaca es crear, producir, colaborar y participar de diversas actividades que eduquen, promuevan e incentiven la cultura en la ciudad y la región, generando una sociedad con mayor identidad", dice Paulo Araya Maldonado, director de la agrupación.
"Es importante dedicar tiempo a estas cosas, ya que Antofagasta se encuentra con un déficit no en actividades artísticas, si no que un déficit en el valor que la comunidad tiene de estas, donde se ve al artista generalmente como un trabajador voluntario y por lo tanto a su trabajo como algo únicamente de entretención momentánea", reflexiona Araya. Cabe destacar que esta agrupación realiza talleres en poblaciones en donde enseñan a las personas a cómo explotar su creatividad en distintas áreas.
¿Conclusión? existen ganas y voluntad de los jóvenes de transformar su entorno, pero que este proceso sea inclusivo con toda su comunidad, amable con el ambiente y por sobre todo, que estimule el cambio en cada uno de los habitantes de la ciudad.