Fue el 24 de agosto de 2005 la última vez que los familiares de Julio Galarce Candia, lo vieron con vida. El taxista salió a trabajar y nunca más regreso a casa.

Dos días más tarde en calle Colo Colo encontraron su vehículo abandonado, pero de él no había señales. Fue un hombre que transitaba por la ruta que une Calama con Chuquicamata quien lo encontró el domingo 4 de septiembre.

El taxista estaba atados de manos y pies, había sido estrangulado, golpeado y luego dejado boca abajo en el desierto. Murió, preso además de las bajas temperaturas.

Se pudo ubicar a sus responsables, quienes recibieron condena por el asesinato de Galarce, quien los abordó sin imaginar que no eran pasajeros, sino sus asesinos.

Los calameños al conocer este nuevo hecho de sangre, rápidamente trajeron a su memoria uno de los hechos más bestiales de los que se tenga recuerdo en la historia policial.

Se trata del asesinato de Claudia Araya, una joven que trabajaba en una agencia de juegos en Avenida O'Higgins y que murió en manos de un supuesto amigo que se coludió con un delincuente para robar en su lugar de trabajo, lo que en cosa de minutos se les escapó de las manos.

La joven luchó hasta el último momento por su vida. Soportó una cruel golpiza, haber sido arrollada por el vehículo que utilizaron para trasladarla, un estrangulamiento, hasta que finalmente fue quemada por sus agresores.

Su cuerpo fue trasladado hasta el interior de Calama, siendo lanzada en el sector del Puente del Diablo.

Fue su propio amigo quien sin ningún remordimiento incluso colaboró en su búsqueda, hasta que finalmente fue detenido por su participación en este crimen.

No hubo calameño que en el 2001 no comentará lo que había ocurrido con esta joven y el ensañamiento de sus agresores.

La condena de ambos fue ejemplificadora, recibieron 20 años de presidio, sin embargo uno de ellos en 2008 luego de sucesivos hechos que lo marcaron, se quitó la vida al interior de la cárcel.

Un crimen que sigue siendo recordado por los loínos, quienes no pudieron evitar revivirlo al conocer esta macabro hecho policial donde hay una víctima fatal.

Redacción - La Estrella del Loa

Los calameños están impactados. Aún no dan crédito al brutal homicidio que quedó al descubierto el pasado sábado en una cueva en el sector de Ojo Opache.

Un hombre fue encontrado muerto, quemado y con sus extremidades atadas. Según datos preliminares además estaba sujeto al suelo con estacas.

Escena que da cuenta que había vivido minutos de tortura por parte de sus atacantes, quienes a la luz de la escasa información que se ha entregado, se ensañaron con él.

Uno de los aspectos que se pudo obtener y que deberá ser corroborado por la investigación que se realiza, da cuenta que en el sector se encontraron objetos contundentes.

No se descarta antes de ser incinerado, fuera víctima de golpes a mansalva por partes de los presuntos responsables del ataque que hoy remece nuevamente a la comunidad calameña.

Hasta el momento no se ha podido confirmar con certeza su identidad, sin embargo se están realizando muestras de ADN a fin de luego cotejar con perfiles genéticos.

Un dato que podría ser clave en caso de ser confirmado, da cuenta de un supuesto tatuaje en su espalda, el que podría dar luces sobre quién es la víctima.

Según explicó el jefe del Labocar de Carabineros, comandante Sergio Cornejo, durante la presente jornada el cuerpo será sometido a la autopsia de rigor.

Este análisis forense permitirá confirmar varias aristas del caso. Entre ellas si presenta lesiones atribuibles a la supuesta golpiza recibida. No se descarta presente incluso algunas fracturas.

Otro punto a confirmar es en qué momento se procedió a quemar a la víctima, si fue antes de morir o mientras aún permanecía con vida. La información que puedan además aportar los testigos del hecho, será fundamental para intentar dar con los responsables de este horrendo crimen.

Hasta el cierre de esta edición se seguía cotejando información con aquellas denuncias por presunta desgracia existentes, todo a fin de conseguir la identificación de la víctima de este homicidio.

27-30 años aproximadamente podría tener la víctima de este homicidio que remece a la ciudad.

24 de junio, es la fecha en que testigo observan una quema al interior de una cueva.