Transitaba por el sector central de la ciudad, cuando se convirtió en una nueva víctima de la delincuencia.

Un hombre de 41 años fue asaltado a plena luz del día cuando transitaba en solitario por calle Félix Hoyos. Eran cerca de las cuatro de la tarde.

Según el relato de la víctima, de forma sorpresiva se percató que dos sujetos lo seguían muy de cerca. Era evidente que no tenían las mejores intenciones con estos movimientos.

Sus sospechas se hicieron efectivas cuando los antisociales lo intimidaron con un objeto contundente, específicamente un bastón retráctil, además de un arma blanca tipo cuchillo.

La inferioridad numérica impedía que el afectado pudiera repeler el robo. Sabía que lo mejor que podía hacer era seguir las instrucciones de los delincuentes para no poner en riesgo su vida.

Los ladrones le exigieron que hiciera entrega de todas sus especies de valor, arrebatándole en ese momento su mochila, en cuyo interior guardaba su computador personal, un disco duros portátil, una cámara de fotos, entre otros artículos de gran valor.

Una vez que habían conseguido su botín, los delincuentes huyeron del lugar en dirección desconocida.

La víctima de forma inmediata se trasladó hasta la guardia de la unidad policial, donde realizó la denuncia por lo ocurrido.

Entre algunas características de los delincuentes, sin embargo pese al patrullaje realizado no se consiguió su ubicación .

Redacción - La Estrella del Loa

Se quitó la vida, sin embargo siempre será una interrogante para su familia saber si fue lo que quiso hacer o el destino le jugó una mala pasada.

Iván Fernando Donoso Briceño tenía 29 años cuando tomó una osada decisión.

El exceso de alcohol o el consumo de droga, o quizás atravesar un duro momento, lo motivó a apostar sus fichas en un juego en que la muerte está separada por una delgada línea.

Él la quiso sobrepasar y cargó un arma con una sola bala. El destino sería el encargado de decidir si seguía vivo o terminaba muerto.

Antes de comenzar a rodar la nuez le dijo a su pareja que ni siquiera el diablo era capaz de luchar contra él.

Por un momento se creyó invencible y luego de confesar su eterno amor hacia su mujer, realizó el primer disparo.

El pensó que podía salir con vida. Estaba seguro de sortear el desafío con éxito, sin embargo el desenlace fue mortal.

Frente a su polola a quien le confesó el profundo amor que por ella sentía, terminó perdiendo la vida.

Seguirá rondando en la cabeza de su familia el saber si era lo que tenía planeado o solo fue una mala jugada.

Su fallecimiento dejó muchas interrogantes, la que ya no tendrán respuestas para sus seres queridos.

Una muerte que nadie esperaba, menos de la forma en que se produjo. Un partida que pudo ser evitada, pero que Iván se empecinó en que un osado y mortal juego decidiera otra cosa.

Ingresaron a una vivienda y los ruidos realizados una vez al interior alertaron de su presencia.

Alrededor de las siete de la tarde la hermana de la propietaria le comentó que en una de las habitaciones habían movimiento extraños.

Antes habían visto ingresar a desconocidos al inmueble utilizando objetos contundentes para forzar el acceso.

La mujer se comunicó con personal de Carabineros, quienes en cosas de minutos llegaron al lugar y consiguieron ubicar a los antisociales.

Los dos ladrones, quienes cuentan con un amplio prontuario policial, intentaron evitar la detención parapetándose en una de las habitaciones.

Los efectivos ingresaron y consiguieron su detención, la que intentó ser repelida sin conseguir el objetivo. Ambos fueron derivados a la comisaría.