Ignacio Araya Chanqueo
No cabía un alma en la "Vox" la noche del 29 de julio de 1995. Ese día cayó sábado, así que el carrete estaba haciendo furor, más todavía porque la velada la animarían Luciano Cruz Coke y Álvaro Escobar, por entonces actores de las teleseries de la tarde en la tele. En medio del baile, a las 1.11 de la madrugada (ya día 30), el piso comenzó a moverse desenfrenadamente y todo el mundo arrancó. En el Siti's Bar, al lado, varios hicieron "perro muerto" y no pagaron ni uno.
En plena noche, Antofagasta vivía uno de los peores terremotos de su historia: 7,8 grados Richter. Según el reporte inicial, 1.200 personas quedaron damnificadas por el movimiento sísmico. Todo se cayó: el servicio telefónico, la luz, el agua... Los tres minutos que duró el temblor fueron eternos. En la oscuridad más absoluta, los primeros minutos fueron de pánico, por los rumores de un tsunami que mandaron a gran parte de los antofagastinos a los cerros.
En Antofagasta fallecieron tres personas: Alex Manosalva (19), boy scout que estaba refugiado en la Quebrada La Chimba; Dagoberto Carvajal (75) por un infarto, y Juan Olguín (32), sepultado por la pared de su casa mientras dormía.
En la capital regional se calculó que las pérdidas eran de -al menos- 615 millones de pesos, los principales en el puerto de la ciudad, donde hubo daños graves en las grúas y en la línea férrea. Los efectos del terremoto ahí fueron más notorios que en ninguna otra parte, por los hundimientos y desniveles. En el terminal pesquero, tuvieron que armar toda una operación para sacar los doce botes artesanales que quedaron a la deriva.
La imagen más icónica que queda del terremoto del 95 fue la virgen de la Basílica Corazón de María, que quedó chueca. Pasó su buen tiempo antes de regresarla a su ubicación.
Mientras la ciudad trataba de volver a la normalidad, la gente quedó con susto por el famoso tsunami que supuestamente arrasaría con la ciudad. Aunque lo más que pasó fue una salida del mar en La Rinconada, el jueves siguiente alguien echó a correr el rumor que ya venía la ola. Dos clínicas, tiendas del centro y gente corriendo hacia lo alto. Las radios emitieron los comunicados de la Onemi diciendo que no venía nada, pero la gente subió igual. Por si las dudas.