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La sala cuna que apoya a las mamás escolares dentro del liceo

El establecimiento Pedacito de Sol, ubicado al interior del A-22 La Portada, es el único de estos recintos en la región que entrega la opción de cuidar y educar a los hijos de mamás adolescentes para que sigan sus estudios.
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Ricardo Muñoz E.

Javiera Morán (18) cursa tercero medio en el Liceo A-22 La Portada de Antofagasta, es mamá del pequeño William Alonso de un año y 10 meses y es por eso que el año pasado tuvo complicaciones para continuar los estudios, por lo que se retiró.

Al ser madre tan joven la vida le cambió radicalmente y asumió la responsabilidad de dedicarse a su pequeño, sacrificando un año de estudios, debido a que para estar en la sala de clases debía dejar a su hijo al cuidado de una tía. Pero este año ya no es así porque decidió aprovechar el beneficio que el mismo liceo le ofrecía.

La escolar mantiene a su pequeño al cuidado de las "tías" de la sala cuna Pedacito de Sol, la primera y única de la región en ser un establecimiento de este tipo dentro de un recinto escolar. La idea es apoyar a las madres jóvenes para que puedan continuar con sus estudios de enseñanza media.

"Como tengo la sala cuna, se me hace más fácil dejarlo aquí mientras estudio. Me dan permiso para ir a verlo (a su hijo) ante cualquier cosa", comenta la joven estudiante.

Javiera es una de las jóvenes que aprovecha este beneficio, especialmente dedicado para las alumnas que son mamás y que siguen forjando su futuro escolar en las salas de clases.

Fue en el año 2009 cuando se inauguró esta sala cuna, dependiente de la Corporación Municipal de Desarrollo Social (Cmds) y que trabaja Vía Transferencia de Fondos (VTF) por parte de la Junji, formando parte del más de centenar de establecimientos PEC (sigla que significa Para que Estudie Contigo) en el país.

Agosto es justamente el mes en el que están de aniversario en la sala cuna Pedacito de Sol. Su directora Lorena Araya, comenta que si bien está ubicada en el Liceo La Portada, el recinto que alberga lactantes entrega también la posibilidad de recibir a los pequeños de madres o padres que cursen sus estudios en algún otro establecimiento de la Cmds.

Sala Cuna

Actualmente son 11 los apoderados que hacen uso de este espacio, pero la sala cuna tiene una capacidad de matrícula para 20. Y al no cumplir con su máximo cupo, la educadora de párvulos añade que se le está dando la posibilidad que sean aprovechados por las jóvenes madres trabajadoras del sector aledaño al liceo.

De esta forma, el jardín infantil puede recibir a bebitos de los tres meses y hasta los dos años de edad. Actualmente, son 20 los pequeñitos matriculados que permanecen en la sala cuna, con el horario de clases que tienen sus padres.

"Principalmente en la sala cuna, nosotros fomentos harto la lactancia materna porque es algo fundamental en la vida de los niños y también genera ese apego y el vínculo que tienen que tener con sus mamás", añade.

Y en base a ello, no hay problemas para que las usuarias puedan salir de clases a atender a sus pequeños.

"Tienen una autorización especial todas las mamás adolescentes. Primero para ingresar más tarde en el bloque de la mañana cuando vienen a dejar sus niños y obviamente en la tarde para poderlos retirar", añade el director del liceo Sergio Vega.

A ello se agrega la lactancia, por lo que las estudiantes podrán salir de la sala de clases para amamantar a sus hijos.

Y el espacio otorgado en este recinto, va de la mano con las estadísticas de Chile respecto a esta problemática de madres menores de 18 años. Según datos del Ministerio de Salud, en el país se registraron en 2013 más de 30 mil nacimientos de este tipo.

No obstante, la curva apunta poco a poco a la baja. De hecho, sólo entre 2013 y 2012 se registró una baja de cuatro puntos en la tasa de nacidos vivos de mamás entre los 15 y los 19 años, tal como lo reveló el Programa de Salud Integral de Adolescente del Minsal, consignado en la prensa nacional. Los especialistas coinciden que esto se debe al mayor acceso a los métodos anticonceptivos y de emergencia.

En la sala de clases

Al igual que Javiera, Jacqueline Marín es alumna del A-22. La estudiante de segundo medio tuvo a su bebé a los 16 y decidió aprovechar la oportunidad que se le ofreció con esta sala cuna.

Y esto es porque asegura que las facilidades le entregan tranquilidad para ir a clases, mientras que su hijo permanece a sólo unos pocos metros de la sala donde se encuentra cursando sus estudios de enseñanza media.

"Puedo llegar a dejarlo, después ir tranquila a estudiar, retirarlo y seguir con mi vida, cosas que otras niñas no pueden hacer", declara.

Fue a los 15 cuando quedó embarazada y luego de que su peque cumpliera los seis meses ingresó a la sala cuna.

Margarita Tirado es otra de las beneficiarias. Con 17 años es madre de un niño de un año y tres meses, lo que le cambió la vida.

La estudiante reconoce que se le hizo más pesado por la responsabilidad que conlleva ser madre tan joven, pero gracias a la iniciativa puede hacer compatible los estudios.

"Era una responsabilidad que nunca había temido, pero he aprendido muchas cosas", añade la joven, quien además dice que durante un año tuvo que hacer un receso para dedicarse a su hijo y ahora en 2016 decidió volver para finalizar su proceso formativo y luego dedicarse a estudiar gastronomía.

La directora de la sala cuna, -en la que trabaja un equipo profesional compuesto por siete personas- Lorena Araya, explica que en el último tiempo se ha visto un aumento en todos los padres menores de edad que decidieron optar por esta iniciativa de matricular a sus hijos en el establecimiento.

El año pasado sólo había ocho apoderados adolescentes y el resto madres jóvenes trabajadoras, pero actualmente son los menores de 18 años los que lideran la mayoría.

"También hay situaciones de madres universitarias o mayores de 18 años que no pudieron terminar sus estudios cuando correspondía, entonces estudian de manera libre o en la nocturna, pero siempre se prioriza a la madre adolescente... Se entiende que si las chiquillas terminan sus estudios van a poder darle una mejor calidad de vida a sus hijos y ese es el objetivo principal", añade la profesional de párvulos.

Este aumento lo atribuyen principalmente a la difusión propia que han realizado, pero la idea es continuar pasando la voz sobre la existencia de esta sala cuna.

"La idea es difundir a los otros establecimientos, porque tal como dice la directora, tenemos una capacidad más. Es decir, estamos perdiendo la posibilidad de que alumnas -en este caso madres adolescentes- pudiesen hacer uso de este beneficio. Por eso es importante sugerir o instar a los otros directores que puedan venir y hacer las consultas, para que las niñas puedan contar con esta opción", finaliza el director Sergio Vega.