Jardín "Semillita" comienza su traslado con cien alumnos menos
En octubre estarán todos los niños en el recinto de Gral. Borgoño: antiguo jardín serán dependencias de la CMDS.
Cuando supo que su hijo tenía 2 microgramos de plomo por decilitro de sangre (mg/dl) en uno de los exámenes a los que fueron sometidos desde hace casi dos años los niños del jardín infantil "Semillita", a Johanna Silva le quedaban dos opciones: o se cambiaba de ciudad, o simplemente tenía que vivir con eso. "Lamentablemente Antofagasta está contaminada entera, hay que tratar de sobrellevarlo no más y tratar de sobrevivir con eso", dice.
Su hijo Paulo (6) es uno de los 224 niños -de una matrícula inicial de 320- que se quedaron en el jardín infantil ubicado en las cercanías del Puerto de Antofagasta, donde se constató la presencia de metales pesados. Johanna dice estar asustada, pero con un poco más de alivio con el traslado de todos los niños del "Semillita" a un nuevo jardín, ubicado en calle General Borgoño y que estará funcionando a partir del próximo mes. "Este es un lugar mucho mejor", dice.
El nuevo "Semillita", que tardó un año y medio en concretarse desde su anuncio inicial (ver cronología) costó 1.100 millones de pesos, tiene espacios incluso para amamantar, y tiene un estándar de 3,5 metros cuadrados por alumno. Según la alcaldesa Karen Rojo, el jardín es el más moderno de Antofagasta con estándares que incluso se podrían comparar con uno privado.
"Estamos solamente a la espera de los permisos del Ministerio de Educación para darle el visto bueno a este recinto y ya vamos a comenzar a trabajar con padres y apoderados para iniciar el traslado", explica la autoridad comunal.
La construcción del nuevo recinto -cuya gran parte de su infraestructura es de hormigón armado- partió en agosto del año pasado y se inició con trabajos en sus sistemas de cámaras, pavimentos y demoliciones necesarias para la edificación del jardín.
Con respecto al destino del antiguo "Semillita" de 21 de Mayo esquina Latorre, existen varias peticiones pero lo más seguro es que se ubique ahí un equipo del área de salud de la Corporación Municipal de Desarrollo Social (CMDS).
Nuevo jardín
Sonia Rivera, apoderada del jardín, dice que su hijo Pablo (6) no se sometió a los exámenes que les hicieron a todos los niños del lugar durante el año pasado, "porque en rigor todos estamos expuestos al plomo. Es responsabilidad tanto de los apoderados como de las autoridades el hecho de controlar", reconoce.
Aunque durante todo este tiempo se realizaron limpiezas al recinto para mitigar la presencia de metales pesados, Sonia explica que prefiere totalmente que su hijo esté en Borgoño antes que quedarse en el antiguo jardín. "La lejanía del puerto nos permite mejor calidad de vida mientras los niños permanezcan en el jardín. Tenemos buenas expectativas, es un lindo lugar", dice la mamá del pequeño Pablo.