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Los efectos del desempleo en Antofa

Todos lo sienten: negocios con menos clientes, trabajadores que deben reinventarse y cifras que hablan de la mayor cesantía en años. ¿Cómo se están adaptando los antofagastinos a la nueva realidad? ¿Se acabó la plata dulce?
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Ignacio Araya Chanqueo

Hace rato que la cosa está a la baja en la automotora Disago de Matta con 21 de Mayo, en el centro de Antofagasta. Si antes llegaban a vender 30 o 25 autos mensuales, desde al menos julio hasta ahora con suerte se están vendiendo diez, o doce, a lo más. "Lo que pasa es que nosotros no vendemos artículos de primera necesidad, las personas prefieren otras necesidades a automóviles", cuenta uno de los dependientes de la tienda. "Los ingresos eran demasiado altos. Era un veranito de San Juan, pero ahora estamos volviendo a la realidad", dice.

Lo de la automotora es un ejemplo del cambio en las costumbres de consumo de los antofagastinos, tomando en cuenta la alta cifra de desempleo. Según el último boletín de empleo del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) correspondiente al trimestre mayo-julio de 2016, la cifra de desocupación en la región es del 8,1%, un punto arriba del promedio nacional (7,1%). De hecho, Antofagasta es la segunda región con mayor desempleo del país, sólo superado por Coquimbo, que lleva un 8,6%.

¿Qué está pasando? El seremi del Trabajo, Pablo Rojas, explica que todo es una cadena: la región de Antofagasta tiene una concentración económica dedicada casi por completo a la minería. Y como cada vez estamos exportando menos cobre para afuera, más trabajadores se van desvinculados. "Se ve que ha experimentado una baja bastante sustancial. Hoy se exporta mucho menos y eso dice relación con que la producción de cobre ha mermado", explica.

Quien se la lleva peor es la Provincia del Loa. "De acuerdo a la concentración económica, Calama no presenta mucha diversificación y de ahí que se produzca el desempleo", dice el seremi Rojas. Como Calama es el distrito minero más grande de la Segunda Región, hay más empresas prestadoras de servicio, justo donde se producen las mayores desvinculaciones.

Construcción

Sin embargo, en el área de la construcción hubo una incidencia positiva, según el Indicador de Actividad Económica Regional (INACER), con una porcentaje de 2,4% mayor respecto del trimestre abril-junio de 2015. En lo que respecta al mercado inmobiliario, los turnos 7x7 han impactado tanto a la construcción como al comercio.

"El mercado inmobiliario está dentro de los promedios históricos en cuanto a ventas", explica el presidente regional de la Cámara Chilena de la Construcción, Thomas Muller. "Es buen tiempo para comprar debido a las bajas tasas de los créditos hipotecarios y la amplia oferta de proyectos inmobiliarios. Los valores de vivienda difícilmente bajarán de precio, debido a la entrada en vigencia de reformas que impactan el rubro, como la Reforma Tributaria, el IVA de la construcción, Reforma Laboral, etc", dice.

"Creemos que el país y en especial el gobierno debe hacer esfuerzo en materia de productividad, modernización del estado y generar un ambiente de confianzas que fomente la inversión y así retomar mayores tasas de crecimiento", opina Muller. A su juicio, es necesario abordar la falta de infraestructura pública y viviendas para la ciudad, impulsando así mayor contratación de mano de obra.

¿y entonces?

Del futuro, nada se puede decir. Lo que sí hay certeza en distintos sectores es que el "superciclo" del precio del cobre terminó y eso ha afectado no sólo a nuestra región, sino que a todo el país. Lo dijo claro el presidente ejecutivo de Codelco, Nelson Pizarro, cuando dijo que no había "un puto peso" en la caja. ¿Tan mal estábamos? El dependiente de la automotora Disago tiene su opinión. "¿No será que estábamos mal acostumbrados?", se pregunta.

"Calama no presenta mucha diversificación y de ahí que se produzca el desempleo".

Pablo Rojas, seremi del Trabajo."