Redacción

Un susto de aquellos fue el que vivió una mujer de 25 años que fue víctima de un violento robo a plena luz del día en el casco histórico de la ciudad.

Según relató la afectada, durante la mañana fue enviada por su jefe a realizar un depósito bancario. El objetivo era resguardar el dinero conseguido como recaudación de la última jornada de trabajo.

Cerca de cuatro millones de pesos era lo que debía entregar en la sucursal a la cuenta de la pizzería en que se desempeña.

La cercanía entre el local y el banco le hizo tomar la decisión de ir a pie a realizar el trámite. Pero en el cruce de Sotomayor con Abaroa fue interceptada por un sujeto, quien la redujo por la espalda utilizando un arma cortante.

Le exigió que no se volteara a ver su rostro y que de forma tranquila entregara el bolso en cuyo interior se encontraba el dinero.

La mujer intentó repeler el robo, pero sabía que cualquier mal movimiento podían significar para ella ser atacada por el ladrón que la tenía completamente reducida.

No tuvo más opción que hacer entrega del dinero. Además de la recaudación el ladrón le quitó cerca de 100 mil pesos en efectivo que eran de su propiedad.

Una vez concretado el asalto, el antisocial huyó del lugar en dirección desconocida, perdiéndose en medio de la gente que en el mismo horario también realizaba trámites en el centro de la ciudad.

Ella regresó a su lugar de trabajo y relató lo ocurrido a su jefe, junto a quien se comunicó con Carabineros.

Los efectivos llegaron al local comercial a fin de adoptar el procedimiento, sin embargo la falta de información sobre el presunto responsable hacía imposible realizar un patrullaje que permitiera dar con el responsable de este violento robo.

Los delincuente no tienen ningún escrúpulo al momento de cometer sus ilícitos.

Esta vez un antisocial, pasadas las 21:00 horas, asalto en plena vía pública a una mujer de 72 años que transitaba en solitario por Sotomayor con Aníbal Pinto.

La víctima fue interceptada de forma sorpresiva y a punta de cuchillo fue reducida por su agresor. El sujeto le exigió hacer entrega de la cartera que portaba con ella, en cuyo interior mantenía documentación, lentes, teléfono celular y algo de dinero en efectivo.

Una vez concretado el ilícito el ladrón huyó del lugar en dirección desconocida, mientras que la abuelita solicitó ayuda a personal de Carabineros, quienes adoptaron el procedimiento.

Cuando llegó hasta su local ubicado en calle Latorre cerca de las ocho de la mañana, el propietario se encontró con una desagradable sorpresa. El establecimiento estaba en completo desorden y con claros signos de haber sido vulnerado durante la noche.

Antisociales forzaron los ochos candados que actuaban como sistema de seguridad y una vez al interior del local, reunieron en dos maletas cerca de 500 perfume de distintas marcas.

Una vez concretado el robo huyeron del lugar en dirección desconocida, dejando pérdidas al propietario del recinto por cerca de siete de millones de pesos.

El afectado denunció el hecho. No contaba con medidas extras de seguridad que impidieran el ilícito, solo los candados.

La activación de alarmas de dos tiendas ubicadas al interior del centro comercial de la ciudad, fue lo que alertó al personal de seguridad.

Se comunicaron de inmediato con Carabineros quienes se desplazaron al sector a fin de verificar qué ocurría al interior del Mall.

Una vez en el lugar pudieron ubicar a un delincuente que se encontraba oculto en el entretecho. Cuando procedían a su detención nuevamente se activaron las alarmas.

Comenzaron una búsqueda hasta ubicar a sus dos cómplices, quienes tenían en su poder gafas robadas desde una óptica.

Los sujetos tenían en una bolsa de basura todas las especies que habían sustraído, en total poco más de un millón de pesos.

Los tres delincuente contaban con un nutrido prontuario policial y uno de ellos mantenía una orden pendiente por robo con intimidación. Todos pasaron a control de detención.