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AtreveTEC: escolares que crean ideas en base a la energía solar

Vehículos, artefactos cotidianos como una cocina o un calentador de agua, todos impulsados por fuentes energéticas limpias y renovables. Eso es parte de los proyectos que realizaron alumnos de enseñanza básica de varias escuelas.
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Jason Miranda dice dos veces la misma frase para recalcar lo que fue trabajar de cerca con la utilización de la energía solar y conocer nuevas formas del uso de fuentes energéticas renovables: "Es algo increíble y maravilloso", dice.

El alumno de sexto básico D de la Escuela Japón D-58 de Antofagasta, sostiene una pequeña maqueta de una cancha de fútbol en donde destacan dos torres, que vendrían siendo las torres de iluminación si es que pensamos en un estadio de tamaño real.

Estos dos pilares están conectados a un cable y a su vez a un generador a base de pilas, que es alimentado por un pequeño panel solar.

En esta cancha de fútbol que pudo hacer gracias a la ayuda de su familia, el muchacho experimentó cómo es posible impulsar energía a través de los rayos que emanan del Astro Rey.

"Con un panel solar se puede hacer energía y eso me pareció totalmente increíble", dice el alumno.

Y su idea fue una de las tantas iniciativas que concretaron los niños de quinto, sexto y octavo básico, de las escuelas Presbiteriana, República de Estados Unidos, Gustavo Le Paige, Japón y María Angélica Elizondo, esta última de Mejillones.

En total, alrededor de un centenar de muchachos durante tres meses se convirtieron en pequeños científicos, con grandes ideas para la utilización de las energías renovables y el uso eficiente de los recursos.

Proyectos

Se trata de los talleres de eficiencia energética "AtreveTEC", que impulsa la ONG La Ruta Solar y que cuenta con la colaboración de La unión del Núcleo Milenio de Energía y Sociedad (Numies), la que a su vez forma parte de la Iniciativa Científica Milenio. A esto se agrega el apoyo de Minera Escondida, Científica Milenio y la Universidad de Antofagasta.

Fueron tres meses en los que los monitores trabajaron con los muchachos respecto a saber cómo utilizar de mejor forma los recursos renovables y para eso tuvieron que "aprender haciendo", como dice el dicho.

Dos escuelas fueron los escenarios para realizar una exposición en donde estos alumnos pudieron mostrar todos los proyectos que llevaron a cabo.

La Escuela República de Estados Unidos D-73 fue la primera. Ahí, bajo un cielo despejado que permite sin problemas disfrutar de las bondades de la energía solar y para ello, fueron los alumnos de la Escuela Presbiteriana, además de los dueños de casa, los que sacaron a relucir sus trabajos.

Hornos creados con materiales reutilizables y a base de papel aluminio para generar calor, disecador de frutos y las estrellas de la jornada: los autos solares impulsados por un pequeño motor con un panel. Para su estructura se usaron materiales como botellas, tapitas de bebidas o cartones, además de la misma imaginación de cada uno de los niños en el diseño de los vehículos.

El segundo día fue la Escuela Gustavo Le Paige D-65 la escogida para albergar una nueva jornada de exposición de los trabajos finales de los escolares de la D-58 Japón, María Angélica Elizondo E-132 y también de la comunidad local.

Nuevamente, lo mejor estuvo en la imaginación y creatividad de los niños. Estuvieron ahí los hornos solares y otros artefactos para el aprovechamiento energético, pero llamó la atención una antena parabólica cubierta de papel aluminio y en cuya área superior mantenía un sartén. No se trataba de otra cosa que una cocina a base del calor que entrega el sol.

Cristóbal Crisosto, alumno del octavo B de la Escuela Japón, es uno de los alumnos que integra el equipo detrás de esta idea. "Teníamos tres modelos de antenas y ésta nos funcionó justo. Los rayos del sol calientan y cocinan la comida, aunque dependen del punto en el que te encuentras", dice el estudiante, quien conforma el grupo de trabajo junto a sus compañeros: Brayan Cortés, Jalil Acosta, Diego Palacios, Sergio Flores y Alexander Castro.

En otro sector se encontraba otra de las iniciativas que llamó la atención. En una de las mesas de la exposición y rodeado de varios muchachos de la Escuela Gustavo Le Paige había un bidón pintado de negro, el cual estaba unido a tuberías de cobre revestidas con el mismo color de la pintura, las que terminaban en una llave.

Se trataba así de un calentador de agua y que captura todo el calor solar gracias al tono oscuro de su diseño.

Jeremy Henríquez cursa octavo año en este establecimiento y dice que para esto, el equipo se dedicó a trabajar en el laboratorio de ciencias.

"Dejamos el bidón al sol y eso calienta también las cañerías. Al salir el agua también está caliente. Nos gustó trabajar en esto porque experimentamos nuevas cosas para aprovechar la energía", agrega.

AtreveTEC

De esta forma, los trabajos se dividieron por cada nivel escolar. Esto significa que quienes cursan quinto año, fueron los ingenieros que desarrollaron los vehículos; los de sexto básico crearon ideas sustentables para sus respectivos establecimientos y que permitan reducir los costos en las cuentas de la luz y el agua, así como también que faciliten la mitigación de los desechos en la escuela.

Y por último, los de octavo fueron los encargados de un artefacto solar como hornos o disecadores.

La coordinadora de esta iniciativa es Clara Jové, la misma que estuvo de cerca trabajando con los niños y que se mantuvo atenta a cada detalle cuando en la jornada de término, los alumnos protagonizaron competencias de vehículos solares.

Jové explica que el programa ya cuenta con su piloto hace dos años y que ahora decidieron bautizarlo como "AtreveTEC", por las siglas de Talleres de Eficiencia y Conciencia.

La idea es crear la conciencia en los niños sobre conceptos como eficiencia y conciencia energética, reciclaje y energías renovables. "Los muchachos trabajaron en energía solar porque es lo esencial aquí en la zona norte. Si trabajamos en otra parte de Chile, podríamos potenciar otro tipo de energías renovables también", dice la coordinadora.

En total fueron cinco sesiones de trabajos con los alumnos y la última correspondió al cierre con un encuentro entre las escuelas participantes, para compartir entre todos ideas de innovación energética.

Pero más allá del fomento al uso de las energías renovables y la conciencia en el reciclaje en los niños, estos conceptos no son algo exclusivo de ellos. Sino que también engloba a toda la comunidad.

Así lo afirma Carolina Burgos de Numies, quien dice que esta temática no sólo es atribución del mundo científico: "debemos entender que el tema de la energía y la sustentabilidad es un concepto que nos compete a todos como ciudadanos, donde tenemos que participar y actuar. Todos tenemos algo que decir al respecto, es de todos y de uso cotidiano".

Ideas de un grupo de jóvenes que mantienen una visión para mejorar las condiciones en el uso de la energía, a través de iniciativas que parecieran ser del futuro, pero que están más presentes que nunca.