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La región ha estado presente en la misiones de paz en Haití

Integrantes del Regimiento "Tocopilla" llevan varios años viajando al país caribeño, el cual constantemente necesita de la ayuda internacional, especialmente para mantener la seguridad, conectividad vial y repartición de agua potable.
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Javier Andronico C.

Una mañana del uno de enero de 1804 Haití, un pequeño país ubicado en la misma isla junto a República Dominicana, proclamó su independencia de Francia. De esta forma se transformó en el segundo país del continente en pasar a ser libres -después de Estados Unidos- y el primero en América Latina. Nuestro país se independizó varios años después...

Sin embargo, la historia de Haití -ubicado en el caribe- ha estado marcada por la pobreza, carencia de servicios básicos y desestabilización política, la cual culminó con dos golpes de estado, el último en 2004 y que forzó a que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) interviniera en la isla con una Misión de Estabilización (Minutash).

Primero, algunos países, entre ellos Canadá, Estados Unidos y Francia trabajaron en la "imposición de la paz", lo cual duró unos pocos meses. Luego de aquello, varias naciones, tanto de América Latina como de regiones tan lejanas como Asia, enviaron contingente militar para la segunda parte de esta misión: mantención de la paz.

Colaboración

Para este trabajo, el cual Chile ha tenido un rol fundamental, ha viajado personal del Ejército con el objetivo claro de reconstrucción, entrega de ayuda humanitaria, habilitación de servicios básicos, contrarrestar la inseguridad, etc., y para aquello soldados de distintos regimientos, entre ellos del Regimiento Logístico N.º 1 "Tocopilla" de la Primera División de Ejército, llegaron a la isla desde el 2005 y se mantienen allí, aunque cada ciertos meses van rotando la dotación.

El mayor Esteban Olmos de dicho regimiento ha sido quien ha estado a cargo de estas misiones de paz tanto en Haití como en dos países europeos y el capitán Pablo Henríquez junto al suboficial Carlos Palma son quienes conocen de cerca la realidad haitiana, ya que hace algunos años viajaron para integrarse a las fuerzas de tarea en la isla caribeña.

"Como regimiento se pone a disposición personal, en nuestro caso de dos a cinco hombres, y también medios, los que han sido vehículos como helicópteros y camiones, especialmente del tipo aljibes", relata Henríquez, quien agrega que "los haitianos hacen todo en la calle. Es decir, aunque sean de clase media se alimentan en la calle, los únicos que van a supermercados o restoranes son los haitianos de más recursos, todos los demás comen en las cocinerías que se instalan en la vía pública".

En tanto, el suboficial Carlos Palma no oculta lo que sintió hace unos 10 años cuando viajó por primera vez a Haití.

"La realidad de allá es súper fuerte, diametralmente a lo que tenemos en nuestro país. En Haití es común ver a los niños descalzos y con sus güatitas hinchadas como si hubieran comido mucho, pero no es así, lo que pasa es que como no tienen agua potable, la que consumen tiene muchos microbios porque está sucia, es por eso que una de nuestras principales tareas era la repartición de agua potable en los camiones aljibes, aparte de las visitas médicas y entrega de fármacos", recuerda Palma, quien formó parte de la Compañía de Construcción de Ingenieros Horizontal 4, quienes también tenían la misión de hacer caminos, debido al mal estado de las rutas y carreteras haitianas.

Respecto a la forma de funcionar de estas misiones de paz y que a simple vista pudiesen parecer muy desordenadas, Pablo Henríquez lo aclara explicando que "son misiones conjuntas y combinadas, ya que participan diversos países, es más, hasta Sri Lanka y Jordania tienen personal en Haití, y cada nación envía contingente de varias ramas de las Fuerzas Armadas. Por ejemplo, Chile tiene personal, además de Ejército, de la Armada y Carabineros".

Desastres naturales

El personal del Regimiento N° 1 "Tocopilla" se ha desplegado estos años principalmente en Puerto Príncipe, capital de Haití. Allí han concentrado sus labores y la entrega de ayuda humanitaria a esta nación que, a parte de la inestabilidad política y pobreza, ha sido golpeada hace poco más de un mes por un fuerte huracán y en 2010 por un terremoto de magnitud siete, el cual ha sido una de las mayores catástrofes de la historia, tanto así que en esa fecha la ayuda y colaboración de países tuvo que aumentar.

Y es que no es para menos, debido a que el sismo no dejó edificación de pie y el total de fallecidos se estimó en 316 mil personas, la mayoría habitantes de Puerto Príncipe y sus alrededores.

"Prácticamente todas las casas de los haitianos las construyen ellos mismos a punta de arena, por eso con el terremoto, que fue mucho menor al de Tocopilla en 2007 (magnitud 7.7) o del 27 de febrero en el sur (magnitud 8,8), se vinieron todas abajo", comenta el suboficial y coordinador de enlace del Regimiento Tocopilla, Carlos Palma.

Chile continúa con presencia de Fuerzas Armadas en el país caribeño, tanto así que es una de las naciones que más tiempo lleva colaborando ininterrumpidamente para ayudar a la estabilidad y mejorar la calidad de vida del pueblo haitiano.

Chipre y bosnia

Además de Haití, Chile también ha desplegado personal de las Fuerzas Armadas en dos países europeos, Chipre y Bosnia y Herzegovina. Eso sí, en esas naciones la cantidad de personal chileno enviado es menor, alrededor de siete hombres por semestre, no un batallón completo como ocurre en Haití.

Según explica el cabo primero Mauricio Espejo, del mismo regimiento antofagastino, la fuerza de tarea en Chipre se divide en tres sectores, uno está a cargo de Argentina, tanto en su responsabilidad aérea, marítima y terrestre; otro sector británico y el último a cargo de los húngaro-eslovacos.

"A diferencia de Haití, en Chipre tienen todos los servicios básicos y la economía ya adoptó el euro, por lo que el estilo de vida de ellos es muy alto, tanto así que en verano Chipre pasa a ser el segundo Ibiza", cuenta Espejo, pero agrega que "a pesar de aquello, la tensión es evidente, pero sólo en algunas zonas".

En Europa central se ubica Bosnia y Herzegovina, donde Chile también tiene personal para colaborar a la fuerza de protección de las Naciones Unidas.

En dicha nación -de poco más de cuatro millones de habitantes- también hay un conflicto latente, el cual es más étnico que religioso.

"Nuestra mayor tarea en Bosnia fue ir a varios pueblos y escuelas para hacer difusión de los peligros que dejó la guerra, donde el principal fue la instalación de minas antipersonales", dice Jorquera, quien agrega que "apenas llegamos a trabajar a Bosnia nos recibieron muy bien y quedamos sorprendidos por la mezcla de su naturaleza y la geografía llena de montañas".

Estas labores de parte del personal del Regimiento N° 1 "Tocopilla" de Antofagasta se han mantenido hace varios años, especialmente en Haití, donde los participantes han logrado formar varios lazos con sus habitantes, especialmente niños, quienes a pesar de todo, sonríen.