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El ciclista que está recorriendo América para combatir el cáncer

Es de Toronto pero lleva dos años en Chile con unos familiares y aprendiendo español. Hace unos meses se decidió a pedalear hasta Canadá para generar conciencia en las personas, sobre la prevención de los diversos tipos de cáncer.
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Javier Andrónico C.

¿Se imagina recorrer más de 15 mil kilómetros sólo con una bicicleta, un saco de dormir y un par de cantimploras? Muy pocos se atreverían a semejante desafío pero uno de esos pocos es Adrián Marziliano, un canadiense de 29 años que ha vivido los últimos dos en nuestro país y que desde el 9 de noviembre pasado está emprendiendo esta aventura cuyo destino final es su natal Toronto (Canadá).

Pero la motivación de Adrián para pedalear por decenas de países (alrededor de 13) y recorrer miles de kilómetros por casi un año para llegar a su tierra natal en septiembre u octubre del año que viene, no es algo tan simple como "quiero conocer el mundo tranquilamente", sino que el por qué es mucho más profundo y tiene que ver con una enfermedad y su madre.

"Hace seis años, en 2010, mi madre falleció de cáncer. Ella estaba realizándose un tratamiento en Princess Margaret (Princesa Margarita), un hospital y fundación contra el cáncer de Canadá. Lamentablemente mi madre no pudo seguir luchando contra su cáncer y falleció".

"Pero muy poco después también murieron tres tíos que vivían en California y un amigo muy cercano… Fueron años difíciles y como forma de ayudar a generar conciencia debido a esta enfermedad es que inicié este viaje, en el cual invito a la gente que pueda a que colabore con esta causa llamada 'Ride home for Rosemary', en honor a mi mamá y al hospital Princess Margaret", explica Adrián en un español bastante correcto.

Dos años

Marziliano cuenta a La Estrella que estudió Finanzas en una universidad canadiense, carrera que terminó bastante rápido.

Posteriormente trabajó en varias empresas y hace dos años, después de vivir la compleja situación con su madre y tíos, decidió venir a Chile a visitar a una prima y, de paso, aprender a hablar español.

"Estudié castellano en la Universidad de Chile pero aun así hay hartas palabras que no entiendo porque a veces ustedes hablan muy rápido", ríe.

En estos últimos dos años Marziliano, además de asistir a clases para hablar "chileno", también aprovechó por recorrer nuestro país, principalmente el sur "y San Pedro de Atacama, lugar donde fui por unos pocos días hace un tiempo".

El canadiense relata que quedó maravillado cuando visitó por primera vez Valparaíso, Viña del Mar y Punta Arenas. "También me encantó Concepción y las termas de Chillán", asegura.

Paralelo a sus viajes, Adrián continuó practicando deportes pero obligadamente tuvo que cambiar su querido hockey sobre hielo por el ciclismo.

"Acá parece que el hockey no tiene muchos seguidores", expresa riéndose y añade que "empecé a hacer ciclismo de montaña y quedé fascinado".

Lo que le llamó la atención a Adrián es que cuando salía a andar en bicicleta por lugares cercanos a su ciudad, Toronto, la mayoría de las rutas eran planas, "en cambio acá en Chile hay senderos hermosos para recorrer. Basta con salir un poquito de Santiago o de cualquier ciudad y tienes muchas rutas entretenidas para hacer 'mountain bike'".

Estaba pedaleando en senderos cercanos a Farellones y a la salida de la capital cuando, cuenta Marziliano, se decidió a recorrer el continente acompañado sólo de su bicicleta, un par de bolsos pequeños y un gran mensaje que entregar a quien quiera escuchar sobre el cáncer y su prevención.

Viaje

Los primeros días de noviembre fueron cruciales y muy importantes, dice Adrián, ya que en esas jornadas estaba terminando los últimos detalles del viaje que lo está llevando, por prácticamente un año, hasta Canadá, país al que llegará luego de recorrer el nuestro, Perú, Ecuador, Colombia, Panamá, Costa Rica, Honduras, Nicaragua, El Salvador, Guatemala, México y Estados Unidos.

La mañana del 9 de noviembre pasado le dijo adiós a sus familiares radicados en Santiago y dio el primer impulso con su bici.

Los primeros cientos de kilómetros -ya que realiza máximo 100 kms. diarios- fueron bastante fáciles, cuenta Adrián. "De Santiago a La Serena no fue muy complicado porque hay muchas localidades y ciudades pequeñitas en el camino, entonces no tuve problemas para detenerme a comer algo en una posada o dormir en ella", afirma.

Lo difícil vino después, específicamente desde Copiapó hasta Antofagasta, trayecto que hizo en su mayoría por la Ruta 5.

"Fue difícil llegar a Taltal, pero cuando lo hice pude comer y dormir bastante bien", cuenta el canadiense quien en unos pequeños bolsos carga con una carpa individual, un saco de dormir, ropa térmica y cuatro litros de agua. Además de su cámara GoPro -con la que registra el viaje- y su celular.

Pero por lejos, el tramo más difícil, asegura Adrián Marziliano, fue desde la cuesta de Paposo hasta la capital regional.

"Subir en bicicleta por esas curvas fue muy difícil pero lo logré y fue muy bonito porque poquito después me encontré con Ricardo (Vergara), otro ciclista y nos hicimos amigos", cuenta el joven.

Ricardo es un ciclista local muy cercano a la agrupación Cicletada Rosa, y estaba emprendiendo (de norte a sur, destino Paposo) su primer gran viaje en bicicleta. Por esas cosas de la vida se cruzó con Adrián -que venía en dirección contraria- conversaron un poco y Vergara invitó al canadiense a alojarse en su casa con su familia cuando llegara, lo que hizo el domingo.

Rumbo al norte

Ayer pasadas las 10:00 horas, Adrián salió de la casa de Ricardo para retomar la travesía hacia Canadá.

"Ahora me iré por la costa y mi próximo destino es Tocopilla, aunque como son casi 200 kms primero pernoctaré en Michilla", cuenta y agrega que "tengo pensado llegar en cuatro o cinco días a Iquique, ciudad donde tengo una amiga que tiene una revista y me ayudará a hacer contactos con Perú, el próximo país donde seguiré difundiendo la prevención del cáncer".

Quienes deseen seguir el recorrido de un año de Adrián Marziliano pueden hacerlo a través de su página de Facebook (www.facebook.com/RideHomeForRosemary), sitio donde además se encuentra el link para ayudar económicamente al hospital y fundación Princesa Margarita.

"Ojalá con mi viaje las personas puedan tomar conciencia sobre lo que es el cáncer", finaliza.