Cambio de mando

Señor director:

El cambio de mando marcó el comienzo de una nueva era. Es todavía muy apresurado decir si será o no buena, lo claro es que cuando cambian los nombres también cambian las ideas e intereses.

Hoy cuando enfrentamos una dura crisis minera y la economía de la zona está profundamente golpeada, es cuando desde las autoridades deben comenzar a nacer esas ideas que tanto se necesitan para entregar más oportunidades a la ciudad.

Esperemos que estos nuevos rostros traigan nuevos bríos a un Calama que le da tanto a la ciudad y que recibe tan poco de regreso.

Los ciudadanos ya han luchado, ahora falta que sean las autoridades quienes saquen la voz y luchen porque nuestra tierra tenga lo que se merece.

Esperemos que lo haga mejor de lo hecho hasta el momento. A todas luces y más allá de los colores políticos, hay mucho por hacer, pero lo claro es que al menos se ve que existen ganas. Esperemos que todo no quede solo en eso.

Nuevos concejales que también pueden ser un gran aporte, claro que solo si se toman su trabajo realmente en serio. Éxito y que esta sea una gran y productiva etapa.

Gloria Zuleta

Ordenar y regular el Paseo Ramírez

Mucho se ha dicho respecto al nuevo Paseo Ramírez y la Plaza 23 de Marzo, así como de su renovada apariencia, pero ha estado ausente la discusión sobre cómo se ordenará y regulará dicho espacio público y cómo nuestra identidad y diversidad se puede proyectar allí. A fin de cuentas, se trata del principal rostro de la ciudad.

Y es que para poder recuperar el casco histórico de Calama no solo basta con la ejecución de las obras, sino también en cómo se planifica y estructura su uso.

En ese sentido, el municipio cuenta con herramientas que permiten normar cómo funcionará y ésta debería ser una de las primeras tareas de las nuevas autoridades municipales.

Mediante ordenanza municipal se puede regular, por ejemplo, la materialidad de las fachadas del sector, uniformar el mobiliario urbano, restringir la contaminación acústica y normar el uso del espacio, que hoy es una verdadera calle sin ley ni orden.

De esta manera, se puede darle identidad al sector, revitalizarlo y, en definitiva, recuperarlo para las familias loínas.