Sorpresivamente, el 5 de noviembre, la Presidenta Michelle Bachelet anuncia en Santiago que, a partir de 2018, un "metrocable" (un teleférico que funciona con éxito en otras ciudades del mundo) conectaría desde Bonilla hasta Matta. "Va a permitir, literalmente, que los vecinos vayan por el aire sobre los tacos", dijo la Presidenta.

La idea era una maravilla, porque el metrocable iría a 22 kilómetros por hora, transportando diez pasajeros cada doce segundos. En ese momento se dijo que podía ser el reemplazo del esperado tranvía -otro sueño que se diluyó en el tiempo-, pero a medida que pasaban los meses nada se sabía del futuro del famoso metrocable. En 2016 le pusieron la lápida: el proyecto no tenía los valores mínimos de rentabilidad social.

5 de febrero: Protestando por la falta de subsidios en Sierra Gorda, al alcalde José Guerrero le llega un chorro de agua del "guanaco" y queda fracturado.

14 de febrero: El "Ancla de Oro" no se entrega. Nadie postuló a algún antofagastino.

1 de abril: Terremoto 8,2 en Iquique: 7 muertos.

28 de junio: En octavos de final del Mundial, Chile pierde en los penales ante Brasil. El partido había terminado 1-1. Diez días antes, 85 hinchas son detenidos por saltarse las vallas.

16 de diciembre: Tras diez días de búsqueda, Mateo Riquelme (2) es encontrado muerto en una quebrada de Calama.

Nadie sabe qué pasó con el guía turístico Kurt Martinson, que el 24 de noviembre desaparece de San Pedro de Atacama sin dejar rastro. Hasta hoy el puzzle policial no se aclara. La última persona que lo vio dice que Kurt caminaba por el río hacia la mina San Bartolo, por Catarpe. Un informe afirma que el guía estuvo en un estado psicótico y que pudo caminar hasta fallecer de agotamiento.

También pasó en 2014

La situación es algo confusa: a Luis Vicencio (36) lo acusan de robarse un Ipad y una galletera de la casa de una joven que le había ofrecido trabajo vendiendo flores en el sector sur. Otro de los empleados comenzó a forcejear, Luis le fue a tirar un fierrazo pero con tan mala puntería que llegó a la cabeza de su jefa. Desesperado corrió tanto que, por alguna razón, le dio con subirse a la letra "M" del McDonald's del Balneario Municipal, el 7 de agosto.

A 20 metros de altura, Luis gritó que se iba a suicidar. Carabineros, bomberos y un montón de personas que iban pasando se quedaban mirándolo harto rato mientras él dormía dentro de la estructura. El comandante Iván Monje trató de convencerlo que bajara. Le ofrecieron comida, pero él se negó. Pasó toda una tarde y al final ganó el hambre: Luis se bajó a cambio de una hamburguesa con papitas y bebida helada. A las 15.48, tras 16 horas, Luis bajó las escaleras y se fue preso.