Deportes - La Estrella
El año 2016 fue un gran año para el deporte internacional. Río de Janeiro fue la capital del mundo deportivo al acoger, por primera vez en Sudamérica, los Juegos Olímpicos.
En el evento, atletas de diversas especialidades tuvieron la oportunidad de representar a sus países y luchar por gloria deportiva. Otros, en cambio, decidieron escribir con letras doradas sus nombres en la historia y se instalaron de forma definitiva en el Olimpo de los grandes.
Dos inolvidables
Río acogió 11.551 atletas de 206 países. Entre esta gran cantidad de competidores, dos resaltaban con particular atención, porque llegaban como mitos con la obligación de seguir añadiendo récords a sus registros.
Usain Bolt cimentó su estatus como invencible en la velocidad. El atleta jamaiquino se despidió de forma grandiosa de la competencia olímpica, al emular lo logrado en Beijing 2008 y Londres 2012, sumando un nuevo triplete de oros consecutivos.
Tras ganar en los 100 y 200 metros planos, y ayudar al equipo jamaiquino en la posta 4x100, Bolt dejó un legado imborrable, con nueve preseas doradas en su carrera.
Bolt, tras la competencia, confirmó que se retirará después del Mundial de Atletismo que se disputará en Londres, Inglaterra, en agosto de 2017.
Michael Phelps, por su parte, se convirtió en el atleta más ganador de todos los tiempos, cerrando su historial que comenzó en Sídney 2000 en la natación olímpica con 23 oros, tres platas y dos bronces.
Este extraordinario palmarés lo completó gracias a las cinco preseas doradas en Río, tras triunfar en las categorías 4x100 libres, 200 mariposa, 4x200 libres, 200 metros estilos y 4x100 estilos. Además, se llevó una plata en 100 metros mariposa, tras ser sorprendido por su compatriota Joseph Schooling en la recta final.
Al igual como lo hizo Bolt, Phelps confirmó que estos fueron sus últimos JJOO. Por lo tanto, se podrá decir que fue en Brasil donde ambos atletas terminaron de escribir una de las historias más grandes del deporte mundial.