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Fuimos a surfear a Playa Paraíso: ud. puede aprender en ocho clases

Si puede andar en bici ya podría hacerla, dice el profe de la Escuela de Surf. Les contamos la clave mientras chapoteamos en las aguas antofagastinas, en el primer "Don Coco en verano" que irá todos los viernes.
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Don Coco, el cocodrilo

La parte difícil de ser un cocodrilo es que pasamos acalorados, por nuestra gruesa piel y nuestro natural calor corporal. Aparte somos lentos, así que ir a la playa caminando es un sacrificio tomando en cuenta el tremendo sol y uno que otro hoyo en el camino. Por eso ayer le pedí a un amigo que me llevara en auto a la Playa Paraíso, uno de mis lugares favoritos. El compadre quería amarrarme arriba para hacerle un tributo al loco que hizo la misma en San Pedro, pero no, no pasa.

En Paraíso la cosa está re' buena. Hay juguitos naturales, masajes express, un quiosco donde venden huevos duros y un tremendo tobogán al que quedé de ir en la semana. Y además de la buena vista y la nariz con bloqueador solar, uno también puede aprender a hacer surf si quiere. Yo soy más tieso que una tabla, pero el profesor Claudio Morales, de la Escuela de Surf Antofagasta, dice que todos podemos aprender.

"Lo único que te juega en contra es cuando estamos más viejotes, o un poquito gorditos", dice. "O sea, no es que no aprendas, sino que te va a costar un poquito más". Parece que estoy cumpliendo los requisitos porque joven soy, pero en la guata aún hay registros del 18. Pero un poquito no más, si no es para tanto. Por lo menos estoy para el curso y hasta me subí a la tabla con unas amigas que hacían clase.

El profe Morales dice que a sus clases vienen personas de todas las edades, desde los cuatro años. La clase dura dos horas y media, todos los días desde las 11 de la mañana (vale $12 mil). "También pueden tomar un curso de ocho clases que te deja surfeando. El 95% de las personas queda surfeando", dice. Los domingo, con el Club Deportivo Surf Antofagasta, en la escuela enseñan a surfear gratis a los niños con síndrome de Down. Buena onda los cabros.

Pero volviendo al tema surf, igual le dije mis miedos al profe. "Mira, si sabes andar en bicicleta, puedes surfear. Es un tema de equilibrio", cuenta. Eso es re' importante, porque hay algunas personas -son muy pocos, pero existen- que no saben flotar. Se desesperan en el agua, aunque tengan el traje que les ayuda. Pero si no, está buena la mano para ir al mar a tirar pinta con la tabla. Si le interesa, en la playa se pone una combi blanca con toldo verde por las mañanas. Yo por lo menos, ya estoy probando en la bici primero, por si acaso.

12 mil pesos cuesta una clase de surf en la Playa Paraíso. La hacen en las mañanas.

La playa "Matancillas" está ideal para relajarse

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Si ha trabajado toda la semana rodeado de bulla y no quiere ir a la playa a escuchar más bulla todavía, una buena opción es motivarse y viajar (en bus, auto, a dedo) a la playa Matancillas, a cinco kilómetros al norte de Taltal. El otro día fuimos con los amigos y el lugar es bacán para ir a tomar sol y mojarse las patitas en las pozas de agua que tiene Matancillas.

Para llegar allá, hay un camino de ripio que lo deja casi en la orilla. Al ladito está Bandurrias, otra playa igual de rica que es ideal por si quiere pescar. El borde costero, entre Taltal y Paposo, está lleno de balnearios bonitos y listos para el relajo: Cachinales (a 30 km de Taltal), Las Lozas (32 km de Taltal, también un buen lugar para la caña... de pescar) y la misma Tierra del Moro. Si anda por Taltal, les recomiendo darse un buen descanso.