Una mujer de 49 años fue víctima de un violento robo cuando se desplazaba en su bicicleta.

Los hechos ocurrieron cuando llegó a la intersección de Cobija con Abaroa, en el sector centro de la ciudad.

En ese momento un delincuente se acerca y la empuja perdiendo el control de su vehículo menor, lo que provocó que terminara en el suelo.

En ese momento y cuando la vio reducida, el antisocial le arrebató su teléfono celular y emprendió la retirada del lugar.

Pero no pudo concretar su escapada, puesto que un testigo no dudo en salir en auxilio de la víctima.

No solo siguió al agresor, sino que además consiguió darle captura, reduciéndolo a la espera de la llegada del personal de Carabineros al lugar.

Los efectivos detuvieron al delincuente, quien fue sindicado por la víctima como el autor del violento robo.

Se trataba de un joven de 23 años que cuenta con antecedentes delictuales por la comisión de otros ilícitos. El sujeto quedó a la espera de enfrentar a la justicia.

Aprovecharon la tranquilidad de la noche para llegar hasta una vivienda ubicada en calle Jurike.

No le importó que al interior del domicilio habían moradores que podían intervenir en su actuar.

Él o los delincuentes ingresaron de forma cautelosa sin despertar ni alertar a nadie en el hogar.

Una vez en el interior comenzaron a reunir especies de valor, especialmente consolas de juegos y equipos celulares.

Pero todo hace pensar que su principal objetivo era sustraer la camioneta que se encontraba estacionada en la vivienda.

Una vez que encontraron las llaves, cargaron el móvil con las especies que habían convertido en su botín y luego emprendieron la huida en el vehículo que también se llevaron.

El dueño de casa solo se percató de lo ocurrido cuando comenzaba el día y debía ir en dirección a su lugar de trabajo.

Se comunicó con personal de Carabineros a fin de denunciar el hecho. Llegaron de forma inmediata.

Entregó los antecedentes sobre lo ocurrido, sin embargo la falta de información sobre los responsable hacía imposible dar con su paradero.

Redacción

Era cerca de la medianoche cuando una menor de solo cinco años deambulaba por la calle.

Un transeúnte se percató de su presencia y con asombro descubrió que estaba sola.

Se acercó a fin de prestarle ayuda, consultándose porqué estaba sola en la calle. En ese momento la niña dijo que su madre estaba sangrando y que necesitaba ayuda.

El testigo de forma inmediata se comunicó con personal de Carabineros quienes se desplazaron a la vivienda en calle Quetena.

En el lugar desde el segundo piso se asomaba un niño de dos años, a quien intentaron pedirle que abriera la puerta.

De forma repentina el pequeño desapareció, por lo que los efectivos debieron intervenir de forma inmediata.

Al ingresar el panorama era conmovedor. Los padres estaban en total estado de ebriedad, mientras que el niño dormía en el lugar que encontró en su hogar para refugiarse.

Efectivamente la mujer estaba sangrando y se pudo comprobar después que era consecuencia de una agresión de su pareja.

El más pequeño de los hermanos también fue atacado a golpes por su padre, según relató su la niña.

El hombre fue detenido y la mujer no pudo ser trasladada a la unidad policial por su manifiesto estado de ebriedad.

Los niños por orden del Tribunal de Familia fueron derivados hasta un hogar de menores para ser cobijados.

Pero lo más dramático estaba por venir. Alrededor de las cinco de la mañana la madre de los menores se comunica con Carabineros a fin de denunciar un robo.

Afirmó a los efectivos que durante la noche ingresaron desconocidos quienes habían sustraído especies e incluso se habían llevado a sus dos hijos, de dos y cinco años respectivamente.

Los funcionarios sabían que esto no era real y procedieron a su detención, por vulneración de derechos del menor.

Ambos padres, los dos extranjeros, quedaron a la espera de enfrentar a la justicia por los actos cometidos en contra de sus dos pequeños hijos.